 La relatora de la CIDH, Catalina Botero, considera una situación gravísima los asesinatos a periodistas. (Foto:teleSUR) | La periodista de teleSUR en Honduras, Regina Osorio, aseguró que en Honduras no han cesado las violaciones a los derechos humanos y en dos meses han asesinado a ocho personas vinculadas a los medios de comunicación. Osorio indicó que el único delito de los fallecidos han sido informar lo que ocurre en el país. |
Tras el golpe de Estado perpetrado en Honduras en junio de 2009 contra el presidente, Manuel Zelaya, continúan las violaciones a los Derechos Humanos y los asesinatos a los periodistas, así lo confirmó la corresponsal de teleSUR en Tegucigalpa, Regina Osorio.
El único delito de los comunicadores sociales "ha sido informar de lo que aconteció y lo que sucede en Honduras después del Golpe", aseguró la periodista.
Asimismo, afirmó que "no sólo se violentan los Derechos Humanos de los periodistas sino de los hondureños" al no poder estar informados con lo que acontece a diario.
Indicó que aún no se conoce si los periodistas han sido asesinados por asuntos personales o criminalidad, agregó que también hay complicidad entre los principales organismos: Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía.
Las autoridades "deberían presentar pruebas de que sean (las muertes) por asuntos personales o criminalidad", señaló Osorio, "pero llevamos casi dos meses y no se sabe" nada al respecto.
Criticó también la asistencia que el sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo, solicita al Gobierno de Colombia, en donde también se han asesinado a comunicadores sociales.
La relatora especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Catalina Botero, señaló en entrevista exclusiva para teleSUR que la relatoría "denunció el Golpe" y su informe "denuncia la gravísima situación de indefensión de la ruptura violenta de la situación del país".
Aseguró además que los asesinatos de los seis periodistas y dos colaboradores "es una situación extraordinariamente grave".
El pasado 18 de febrero, el periodista Nicolás Asfura, de 42 años de edad, fua hallado muerto atado de pies y manos en la bañera de su vivienda. Seguidamente, el 1 de marzo, Joseph Hernández Ochoa, de 26 años, fue abaleado cuando iba en su vehículo.
El 11 de marzo es acribillado, David Meza, de 51 años de edad, quien se desempeñaba como corresponsal del Canal 10. Tres días después, el 14 de marzo, es asesinado el periodista Nahum Palacios Arteaga, de 34 años cuando también se desplazaba en su carro.
La CIDH había pedido protección para Palacios Arteaga el año pasado, después que recibiera amenazas de militares tras el golpe de Estado.
El comunicador Bayardo Mairena, de 52 años, y su asistente Manuel Juárez, de 54 fueron asesinados, el 26 de marzo, mientras viajaban en un vehículo.
El 11 de abril fue muerto el locutor Luis Chévez Hernández, de 23 años, quien trabajaba en la emisora W105.
Por último, el pasado 20 de abril, el periodista Georgino Orellana, de 48 años, es asesinado de un disparo al salir del canal de televisión donde trabajaba.
La relatora indicó que la institución ha "denunciado los crímenes y a exhortado al Estado" a adoptar las medidas necesarias para "investigar y juzgar a las personas que cometieron" los asesinatos, para que de una vez por todas la prensa pueda realizar su trabajo "de manera libre y desinhibida".
Boteró lamentó que aún no hayan "resultados de las investigaciones".
"La relatoría ha dicho que es muy importante que haya diversidad de medios, para que el público, la sociedad pueda estar informada y no tenga una sola visión del mundo".
Después del golpe de Estado militar, el pasado 28 de junio de 2009, el cual secuestró y expulsó de Honduras al constitucional presidente Manuel Zelaya, el país se vio sumido en una crisis constitucional.
Actualmente, el Frente de la Resistencia contra el golpe, que nació el mismo día del Golpe, sigue en las calles exigiendo orden constitucional y una Asamblea Nacional Constituyente.
Al ser interrogada sobre el blanco en que se han convertido las mujeres en Honduras, la periodista Regina Osorio, señaló que es debido a la creencia de que son "el sexo débil, al contrario", mujeres jóvenes ancianas han exigido en las calles "el orden constitucional, respeto a los DDHH y (Â…) la verdadera democracia".
El único delito de los comunicadores sociales "ha sido informar de lo que aconteció y lo que sucede en Honduras después del Golpe", aseguró la periodista.
Asimismo, afirmó que "no sólo se violentan los Derechos Humanos de los periodistas sino de los hondureños" al no poder estar informados con lo que acontece a diario.
Indicó que aún no se conoce si los periodistas han sido asesinados por asuntos personales o criminalidad, agregó que también hay complicidad entre los principales organismos: Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía.
Las autoridades "deberían presentar pruebas de que sean (las muertes) por asuntos personales o criminalidad", señaló Osorio, "pero llevamos casi dos meses y no se sabe" nada al respecto.
Criticó también la asistencia que el sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo, solicita al Gobierno de Colombia, en donde también se han asesinado a comunicadores sociales.
La relatora especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Catalina Botero, señaló en entrevista exclusiva para teleSUR que la relatoría "denunció el Golpe" y su informe "denuncia la gravísima situación de indefensión de la ruptura violenta de la situación del país".
Aseguró además que los asesinatos de los seis periodistas y dos colaboradores "es una situación extraordinariamente grave".
El pasado 18 de febrero, el periodista Nicolás Asfura, de 42 años de edad, fua hallado muerto atado de pies y manos en la bañera de su vivienda. Seguidamente, el 1 de marzo, Joseph Hernández Ochoa, de 26 años, fue abaleado cuando iba en su vehículo.
El 11 de marzo es acribillado, David Meza, de 51 años de edad, quien se desempeñaba como corresponsal del Canal 10. Tres días después, el 14 de marzo, es asesinado el periodista Nahum Palacios Arteaga, de 34 años cuando también se desplazaba en su carro.
La CIDH había pedido protección para Palacios Arteaga el año pasado, después que recibiera amenazas de militares tras el golpe de Estado.
El comunicador Bayardo Mairena, de 52 años, y su asistente Manuel Juárez, de 54 fueron asesinados, el 26 de marzo, mientras viajaban en un vehículo.
El 11 de abril fue muerto el locutor Luis Chévez Hernández, de 23 años, quien trabajaba en la emisora W105.
Por último, el pasado 20 de abril, el periodista Georgino Orellana, de 48 años, es asesinado de un disparo al salir del canal de televisión donde trabajaba.
La relatora indicó que la institución ha "denunciado los crímenes y a exhortado al Estado" a adoptar las medidas necesarias para "investigar y juzgar a las personas que cometieron" los asesinatos, para que de una vez por todas la prensa pueda realizar su trabajo "de manera libre y desinhibida".
Boteró lamentó que aún no hayan "resultados de las investigaciones".
"La relatoría ha dicho que es muy importante que haya diversidad de medios, para que el público, la sociedad pueda estar informada y no tenga una sola visión del mundo".
Después del golpe de Estado militar, el pasado 28 de junio de 2009, el cual secuestró y expulsó de Honduras al constitucional presidente Manuel Zelaya, el país se vio sumido en una crisis constitucional.
Actualmente, el Frente de la Resistencia contra el golpe, que nació el mismo día del Golpe, sigue en las calles exigiendo orden constitucional y una Asamblea Nacional Constituyente.
Al ser interrogada sobre el blanco en que se han convertido las mujeres en Honduras, la periodista Regina Osorio, señaló que es debido a la creencia de que son "el sexo débil, al contrario", mujeres jóvenes ancianas han exigido en las calles "el orden constitucional, respeto a los DDHH y (Â…) la verdadera democracia".
Recalcó que actualmente siguen las persecuciones a los obreros, sindicalistas, estudiantes, "que se han manifestado contra el rompimiento del orden constitucional".
Manifestó que si Lobo pretende ser respetado y reconocido por la comunidad internacional como presidente de Honduras debe respetar los derechos humanos en el país.
Manifestó que si Lobo pretende ser respetado y reconocido por la comunidad internacional como presidente de Honduras debe respetar los derechos humanos en el país.
El sucesor del régimen de facto fue elegido bajo unas elecciones "espurias" y asumió la presidencia en enero de este año, el mismo día que salió Zelaya del país como huésped de honor hacia República Dominicana, después de permanecer más de 100 días en la embajada en Brasil en Tegucigalpa.
Fuente: teleSUR/yi/IM
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