Oscar Amaya Armijo
Pepe lobo no puede evitar ningún golpe de Estado, ya esta en él.
No se afilia al Alba por que se volvió reaccionario.
Tuvo que pedir perdón a los gringos por haber sido comunista.
Pepe está en deuda con USA, pues le perdonaron la vida en la época del alvarismo.
Pepe es la esencia de la traición.
Jamás tendrá la estatura de estadista que tuvo Mel. Pepe es un títere de los gringos.
Da venguenza verle cumpliendo el triste papel de reaccionario, de espaldas a la historia.
Jamás tendrá los cojones de Mel de enfrentar a los gringos y volverse de lado del pueblo y sus reividicaciones.
Prefiere gozar el momentáneo confort que le brinda su clase explotadora que echar suerte con los desposeídos. En esto está muy lejos Mel, quién abandono la comodidad de su posición de clase para encontrarse con el pueblo. Pepe no está hecho de esta catadura.
Sus viejos camaradas del Partido Comunista tienen derecho a reclamarle su traición. Rigoberto Padilla Rush o los viejos militantes caídos,deben revolverse en sus tumbas viendo el papel de traidor que desempeña su antiguo discípulo.
Ni una pizca de progresista le quedó cuando estudio los viejos manuales que le daban los comunistas. Borró de su mente ese pasado. Su mejor pasado. Hoy está convertido en una figura patética del más rancio cariísmo.
Pepe dice que fortalecerá a las Fuerzas Armadas, y esto es así, porque le tienen miedo al poder de la Resistencia. Y tienen razón pues cuando se refunde este país al igual que todos los ricos tendrán que devolver todo cuanto pertenezca al pueblo hondureño.
Si Pepe tiene verguenza y sí aún le queda una grisma de conciencia política que eche para atras sus pretensiones represivas y sus ansias de desmovilizar a la Resistencia, de lo contrario terminará donde siempre terminan los transfugas: en el basurero de la historia.
Pepe lobo no puede evitar ningún golpe de Estado, ya esta en él.
No se afilia al Alba por que se volvió reaccionario.
Tuvo que pedir perdón a los gringos por haber sido comunista.
Pepe está en deuda con USA, pues le perdonaron la vida en la época del alvarismo.
Pepe es la esencia de la traición.
Jamás tendrá la estatura de estadista que tuvo Mel. Pepe es un títere de los gringos.
Da venguenza verle cumpliendo el triste papel de reaccionario, de espaldas a la historia.
Jamás tendrá los cojones de Mel de enfrentar a los gringos y volverse de lado del pueblo y sus reividicaciones.
Prefiere gozar el momentáneo confort que le brinda su clase explotadora que echar suerte con los desposeídos. En esto está muy lejos Mel, quién abandono la comodidad de su posición de clase para encontrarse con el pueblo. Pepe no está hecho de esta catadura.
Sus viejos camaradas del Partido Comunista tienen derecho a reclamarle su traición. Rigoberto Padilla Rush o los viejos militantes caídos,deben revolverse en sus tumbas viendo el papel de traidor que desempeña su antiguo discípulo.
Ni una pizca de progresista le quedó cuando estudio los viejos manuales que le daban los comunistas. Borró de su mente ese pasado. Su mejor pasado. Hoy está convertido en una figura patética del más rancio cariísmo.
Pepe dice que fortalecerá a las Fuerzas Armadas, y esto es así, porque le tienen miedo al poder de la Resistencia. Y tienen razón pues cuando se refunde este país al igual que todos los ricos tendrán que devolver todo cuanto pertenezca al pueblo hondureño.
Si Pepe tiene verguenza y sí aún le queda una grisma de conciencia política que eche para atras sus pretensiones represivas y sus ansias de desmovilizar a la Resistencia, de lo contrario terminará donde siempre terminan los transfugas: en el basurero de la historia.
Fuente: Vos el soberano
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