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Luego del fallido intento del presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, para salir de Tegucigalpa rumbo México, el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirmó este viernes que el gobierno de facto hondureño, con la negativa de darle un salvoconducto al mandatario legítimo, busca mantener la crisis política para condicionar al ganador de las cuestionadas elecciones que se realizaron en ese país, Porfirio Lobo.
"El presidente Zelaya y su familia estaban listos para salir. El avión venía a Tegucigalpa desde México y de pronto se pusieron otras condiciones y otras exigencias", lamentó este viernes Insulza, en declaraciones a una emisora de radio local en Santiago de Chile.
En alusión a las trabas puestas por el mandatario golpista, Roberto Micheletti, a lo que podría ser una solución a la crisis política del país centroamericano, Insulza dijo que todavía queda gente que no quiere un fin para el conflicto, para mantener, hasta el final, la situación tal como está y "condicionar con eso al presidente que llega (Porfirio Lobo)".
Zelaya desistió el jueves de abandonar su encierro en la embajada de Brasil, donde permanece desde hace casi tres meses, para viajar a México, debido a que el régimen de facto hondureño quería obligarlo a que renunciara al poder.
México pidió un salvoconducto para que Zelaya viajara a ese país como huésped, lo que fue rechazado por el régimen de Roberto Micheletti por "improcedente", y dijo que sólo aceptará la salida de Zelaya como asilado, lo que implica su renuncia a la Presidencia.
Insulza destacó que tras el golpe de Estado del 28 de junio "nadie ha reconocido ni ha legitimado al Gobierno de Micheletti. No solamente no lo ha hecho Estados Unidos, no lo ha hecho nadie. Y eso probablemente también crea una cierta dificultad porque naturalmente hay que ser muy cuidadosos en negociar con un Gobierno de facto que nadie reconoce".
"Nunca se había logrado que una dictadura fuera rechazada por todos los países del mundo. Hay países que han dicho que van a reconocer la elección y al presidente Lobo, pero no hay ningún país que haya normalizado sus relaciones o declarado que reconoce al gobierno de facto de Honduras y eso es un logro importante que es necesario cuidar", detalló.
Insulza, sin embargo, valoró la propuesta de Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para América Latina, quien este miércoles pidió a los países latinoamericanos que hagan un "esfuerzo final y colectivo" para una solución definitiva de la crisis en Honduras.
El 28 de junio pasado, el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, fue víctima de un golpe de Estado que lo sacó violentamente del poder y del país, luego de los cual se instaló un gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, quien presidía el Congreso Nacional.
El 29 de noviembre de este año se llevaron a cabo unas polémicas elecciones bajo la organización del gobierno golpista que no ha logrado el reconocimiento de la gran mayoría de los países de América y el mundo.
"El presidente Zelaya y su familia estaban listos para salir. El avión venía a Tegucigalpa desde México y de pronto se pusieron otras condiciones y otras exigencias", lamentó este viernes Insulza, en declaraciones a una emisora de radio local en Santiago de Chile.
En alusión a las trabas puestas por el mandatario golpista, Roberto Micheletti, a lo que podría ser una solución a la crisis política del país centroamericano, Insulza dijo que todavía queda gente que no quiere un fin para el conflicto, para mantener, hasta el final, la situación tal como está y "condicionar con eso al presidente que llega (Porfirio Lobo)".
Zelaya desistió el jueves de abandonar su encierro en la embajada de Brasil, donde permanece desde hace casi tres meses, para viajar a México, debido a que el régimen de facto hondureño quería obligarlo a que renunciara al poder.
México pidió un salvoconducto para que Zelaya viajara a ese país como huésped, lo que fue rechazado por el régimen de Roberto Micheletti por "improcedente", y dijo que sólo aceptará la salida de Zelaya como asilado, lo que implica su renuncia a la Presidencia.
Insulza destacó que tras el golpe de Estado del 28 de junio "nadie ha reconocido ni ha legitimado al Gobierno de Micheletti. No solamente no lo ha hecho Estados Unidos, no lo ha hecho nadie. Y eso probablemente también crea una cierta dificultad porque naturalmente hay que ser muy cuidadosos en negociar con un Gobierno de facto que nadie reconoce".
"Nunca se había logrado que una dictadura fuera rechazada por todos los países del mundo. Hay países que han dicho que van a reconocer la elección y al presidente Lobo, pero no hay ningún país que haya normalizado sus relaciones o declarado que reconoce al gobierno de facto de Honduras y eso es un logro importante que es necesario cuidar", detalló.
Insulza, sin embargo, valoró la propuesta de Arturo Valenzuela, secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para América Latina, quien este miércoles pidió a los países latinoamericanos que hagan un "esfuerzo final y colectivo" para una solución definitiva de la crisis en Honduras.
El 28 de junio pasado, el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, fue víctima de un golpe de Estado que lo sacó violentamente del poder y del país, luego de los cual se instaló un gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti, quien presidía el Congreso Nacional.
El 29 de noviembre de este año se llevaron a cabo unas polémicas elecciones bajo la organización del gobierno golpista que no ha logrado el reconocimiento de la gran mayoría de los países de América y el mundo.
Fuente: teleSUR - Afp - Efe / ve-PR
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