Las representaciones de los distintos territorios del MADJ ante el acuerdo Guaymuras y las elecciones generales de 2009, expresa;
1. Comprendemos que la ciudadanía hondureña está necesitada de posiciones que contribuyan a disminuir la confrontación social a la que hemos sido conducidos por el golpismo; sin embargo es inevitable precisar que el acuerdo Guaymuras es una maniobra política de la dictadura y sus aliados, para revestir de legalidad todas sus atrocidades en contra de la dignidad de la patria.
2. Ratificamos que las elecciones de noviembre próximo, siguen siendo el escenario para legitimar la ilegalidad, el golpismo y el nefasto bipartidismo. Es indignante que las elecciones estén dirigidas por un Tribunal Supremo Electoral nombrado al margen de la ley, resguardadas por las Fuerzas Armadas que concretaron el golpe de Estado, reprimen, asesinan y humillan a nuestro pueblo. Estos elementos aseguran que lo que se repetirá en estas elecciones es un monumental fraude electoral, que asegurará la continuación de la siguiente fase del golpe de Estado.
3. La ciudadanía hondureña tenemos el deber histórico de seguir vertebrando la resistencia popular, como la herencia más hermosa y esperanzadora dejada por el fatídico golpe de Estado. Sobre este legado debemos seguir creciendo en la necesaria dignidad de pueblo y crear condiciones para que sea el pueblo en el ejercicio de su soberanía quien defina los caminos de solución a la conflictividad política y social.
4. Como MADJ reafirmamos el rechazo a la impunidad de los golpistas y corruptos violadores de los derechos humanos de la ciudadanía, por eso debemos asegurarnos que la Comisión de la Verdad mencionada en el acuerdo Guaymuras, sea uno de los canales que permitan el castigo para quienes hoy como siempre nos han aplastado como pueblo.
5. La realidad del país no admite distracciones para el pueblo en resistencia y la tarea fundamental sigue siendo la organización, la articulación, la unidad de los distintos sectores comprometidos con la reivindicación de la dignidad del pueblo y la consolidación de procesos educativos que conduzcan a la liberación de nuestra patria.
6. La Asamblea Nacional Constituyente es y debe ser el elemento cohesionador de la resistencia nacional. Todas las implicaciones de la Asamblea Nacional Constituyente, desde su definición, su integración, sus funciones, sus principios y los contenidos del nuevo orden constitucional, deben ser conceptos manejados e impulsados por nuestro pueblo digno, sólo esto nos garantizará el carácter popular e incluyente de la nueva Constitución y por consiguiente la derrota a la clase política corrupta y violenta de Honduras.
JUSTICIA, DIGNIDAD Y LUCHA.
Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia
El Progreso Yoro, 31 de octubre 2009
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