miércoles, 8 de julio de 2009

Carta a doña Xiomara Castro de Zelaya

No tengo sino unas imágenes suyas en TeleSUR como referente de su persona. La escuché con atención cuando la entrevistaban ayer lunes 6 de julio. Intuí de inmediato que sus palabras no podían sino salir de lo más hondo de su corazón. Me emocionó escucharla anunciar que saldría a las calles a manifestar junto a su pueblo. Y es hermoso constatar que en la jornada de hoy martes 7 de julio, usted encabezó una multitudinaria marcha junto a decenas de miles de compatriotas suyos que libran una batalla histórica contra el egoísmo y la barbarie.

Sé que el gobierno de su esposo incrementó los salarios de la clase trabajadora, que redujo las tasas de interés bancario para la compra de viviendas populares, que importó medicamentos a bajo costo para favorecer a los más pobres, que bajó los precios de los combustibles gracias a un acuerdo con Petrocaribe, que ha llevado médicos a las poblaciones más necesitadas gracias también a un acuerdo con el generoso pueblo de Cuba y demás países miembros del ALBA. También sé que su esposo, el presidente Manuel Zelaya, propuso una consulta al pueblo de Honduras en la que jamás vimos que propusiera su reelección.

Lo dicho anteriormente explica el por qué del golpe de Estado contra el presidente Zelaya. Y nadie duda que detrás de esta aberración están los militares y los oligarcas, socios históricos en la explotación y represión contra nuestros pueblos.

Pero en este momento, la Historia le ha hecho a Usted un gran llamado. Y Usted se ha vestido de coraje para atender ese llamado. Su decisión de salir a las calles ha sido trascendental en estas horas aciagas. No me equivoco: Usted está ahí porque se lo dicta el corazón. Su conciencia y su corazón están hablando: Que su voz no se quede en el aire, que no se la lleve el viento. Hágale un llamado a los militares patriotas (que los debe de haber, ojalá), a los sectores progresistas dentro del empresariado de su país, a los sectores académicos, a los artistas, a los periodistas. Hágales el llamado a cerrar filas con el pueblo. Explíqueles que la Historia y que la Patria les está pidiendo a gritos que se unan contra el odio, el egoísmo y la ignominia. Usted lleva en este momento el estandarte de la Libertad y en nombre de esa Libertad su lucha dará hermosos frutos. Allí está su pueblo luchando a contracorriente, defendiendo su dignidad.

Usted misma lo decía, doña Xiomara, que quienes están en las calles defendiendo sus derechos como pueblo son mujeres y hombres humildes, "campesinos y obreros descalzos, con las manos llenas de callos", maestros, estudiantes. También hay ancianas y ancianos, jóvenes y adolescentes. Uno de ellos, Isis Obed Murillo, es ya un mártir emblemático de las luchas del pueblo hondureño.

Por todos ellos, por todas ellas, doña Xiomara, el destino la ha puesto a Usted en el fiel de la balanza que se terminará inclinando a favor de las causas justas de su pueblo.

Guatemala, julio 7 de 2009

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Godo de Medeiros
Escritor
Guatemala, C.A.


Fuente: www.albedrio.org



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