Catalina la Grande ha invitado a Uribe a la fastuosa fiesta del asco. Un helicóptero burbujea en el cielo hirviente. El sábado pasado, cuadrillas de pintores de rodillo han limpiado las paredes, ocultando el sin fin de grafittis y consignas que nuestra Resistencia mantiene renovadas en cada movilización.
Los limosneros e indingentes seran vestidos gracias al patrocinio de Bennetón. La Teletón habrá hecho una alianza para hacer protesis marca Rivoli y con seguridad, se habrá envenenado a las jaurías de perros vagabundos del parque central.
No se ve ni uno tan solo de los policias patizambos que acostumbramos a repudiar… son mu feos para Uribe, y Catalina lo comprende. Pone en su lugar a alférez de cuarto año de la academia de policía, dunditos todos, estiraditos, aun sin la barriga que es alimentada por las mordidas de cada día.
Estos se lucen, al igual que los pobrecillos pilotos de los helicópteros haciendo piruetas a ras de ciudad.
Catalina la Grande manda a limpiar las calles, ornamentándolas con banderitas de Colombia y Honduras ¡salve el pro-cónsul del sur imperial!, se les dice a los comerciantes que barran sus aceras y se cuida mucho que los ambulantes se vayan a echar pulgas a otro lado. Tegucigolpe trata de ocultarse en los rincones, como perro guasaleado.
El gobierno de la zarina golpista condecorará al más fino de los asesinos de los últimos tiempos en latinoamérica.
Fuente: fabricioestrada.blogspot.com
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