Juan Carlos Monedero, Rebelión, 29 de noviembre de 2010
Sale en algunos medios tan libres de toda sospecha como de mucha confiabilidad (El País, New York Times, Spiegel, The Guardian, Le Monde) una reducida selección de los 250.000 cables entregados por Wikileaks. Una vez más nos encontramos con que el “periodismo de investigación” no es sino el acceso privilegiado y el uso arbitrario de información por parte de intermediarios que hacen de un conocimiento particular un ejercicio de poder. Al mismo tiempo, la página web de Wikileaks sufre un ataque y se invalida. Conclusión: sólo se va a saber lo que esos medios, siempre generosos con el poder respectivo, han acordado brindar en una suerte de cártel informativo. Algún breve tirón de orejas al quehacer de los Estados Unidos (su falta de respeto con sus propios aliados, por ejemplo Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia o España) pero, sobre todo, opiniones sobre países que llevan rato señalados como poco amigos de la democracia (Libia, Zimbawe, Irán, Rusia, Afganistán, Corea). Pueden deslizarse elementos de mayor fuerza, pero lo que se da a conocer hoy, no tiene mayor relevancia y, en última instancia, podrán atribuirse exclusivamente a los autores de cada uno de los telegramas (como ocurre con la advertencia del embajador norteamericano en Honduras, avisando que lo sucedido con Zelaya era simple y llanamente un golpe de Estado).
No resulta muy creíble que los medios tradicionales que han quedado en cuestión por la propia Wikileaks, sean ahora los ahormadores de esa información. No deja de parecer una huida hacia adelante dispuesta a brindar un último servicio a sus señores. Como se suele decir, siempre es más fructífero acudir a las fuentes originales. Esto es, a wikileaks.
El propio Departamento de Estado se ha adelantado a la publicación de esa información. Y lo mismo han hecho los medios escogidos para difundir parte de la misma. Los intermediarios escogidos no se han ganado aún hacer suyas esas informaciones.
Habrá que seguir las filtraciones del cártel con atención. Como dice el principio de no contradicción, no se puede ser A y NO A al mismo tiempo. Y esa es la sensación que uno tiene leyendo información de la perseguida Wikileaks en los medios señalados.
Postdata
La nota compartida por todos estos medios donde explican de dónde viene la noticia es bastante clara e invita igualmente a la prudencia. La información brindada por Wikileaks siempre ha ido mucho más allá de lo que estos medios se atrevían a incluir. ¿Por qué ahora? No está la crisis del sistema para muchas ingenuidades.
Dejamos aquí la traducción de El país de esa nota compartida por todos los medios que han filtrado las mismas noticias:
¿Qué son los Papeles del Departamento de Estado?
Es un trabajo de lectura, análisis, selección, contraste e interpretación periodística de los más de 250.000 documentos filtrados por la organización Wikileaks el 28 de noviembre de 2010. Entre los archivos hay comunicaciones enviadas desde la Administración central estadounidense (Departamento de Estado, Defensa, etcétera.) hacia sus representaciones diplomáticas en el mundo; en sentido inverso, desde estas delegaciones hacia Washington; mensajes compartidos entre diferentes embajadas de EE UU, y también entre legaciones de ese país y misiones de otros países. The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y EL PAÍS han tenido acceso previo a las comunicaciones y publican de forma simultánea su contenido.
¿Qué relevancia tienen los documentos filtrados?
La filtración tiene una gran trascendencia, puesto que revela detalles de grandes campañas bélicas y conflictos diplomáticos actualmente en curso y pone en evidencia prácticas de las embajadas y el Departamento de Estado estadounidense que hasta ahora permanecían inéditas.
¿Cuántos documentos se han dado a conocer?
Son en total 251.287 y abarcan el periodo comprendido entre diciembre de 1966 y febrero de 2010, aunque en su mayor parte corresponden a los dos últimos años.
¿Qué nivel de confidencialidad tienen los informes?
Existen seis tipos de documentos, listados a continuación por orden de mayor a menor nivel de confidencialidad:
1. Secreto “noforn” (no entregable a personas o a países que no sean EEUU)
2. Secreto
3. Reservado “noforn”
4. Reservado
5. Sin clasificar / Exclusivamente para uso oficial
6. Sin clasificar
¿A qué países afectan?
Prácticamente a todos los del mundo, aunque las comunicaciones de las embajadas inciden especialmente en asuntos relacionados con Irán, Pakistán, Afganistán, Turquía y Rusia.
¿Qué países pueden verse más perjudicados por las filtraciones?
El más perjudicado es sin duda Estados Unidos. Los documentos nacen siempre de funcionarios de este país, bien a través de una de sus embajadas, bien a través de la Administración con sede en Washington. No obstante, otros muchos Estados y organizaciones, retratados y mencionados en las comunicaciones, se pueden ver también obligados a tomar medidas de protección después de esta publicación.
¿En qué idioma están redactados los documentos?
Íntegramente en inglés. EL PAÍS ha decidido no traducir los documentos para que los lectores puedan consultar el contenido tal como ha sido recibido. En los informes publicados, ha eliminado los datos o nombres que podrían comprometer la seguridad.
¿Cuántos documentos hacen referencia a España?
Existen aproximadamente 10.000 en los que se menciona a España, y 3.600 comunicaciones de la embajada estadounidense en Madrid.
¿A qué estamentos españoles afectan los documentos en poder de estos diarios?
Los documentos filtrados afectan al Gobierno, al Rey, a la judicatura, al mundo empresarial y a las altas instituciones del Estado.
¿Qué cobertura tiene prevista EL PAÍS en este asunto?
Este diario, que tiene en su poder los documentos, va a informar ampliamente a lo largo de varios días de aquellos episodios que hemos seleccionado como más relevantes y mejor documentados. En el proyecto han trabajado un equipo de decenas de periodistas, entre ellos la práctica totalidad de los corresponsales, además de especialistas en investigación e información internacional y nacional de EL PAÍS.
¿Se pueden consultar los 251.287 documentos en la web de EL PAÍS?
No. Únicamente serán publicados aquellos papeles que consideremos que no representan una amenaza para la seguridad de personas o de países.
¿Existe algún tipo de coordinación entre los medios que tienen en su poder los archivos?
Hay un acuerdo sobre la publicación simultánea de los mismos documentos de relevancia internacional y las fechas de su difusión. Los medios tienen autonomía para decidir sobre la selección, valoración y publicación de las comunicaciones que afecten a sus países.
¿Existen precedentes de una filtración masiva de este tipo?
El pasado 22 de octubre, Wikileaks filtró otros 391.832 documentos sobre las operaciones militares en Irak y el papel desempeñado en la campaña por las tropas estadounidenses e iraquíes. Anteriormente, en julio, había hecho públicos 76.607 informes de la guerra de Afganistán.
¿Qué consecuencias han tenido las anteriores filtraciones?
Las repetidas filtraciones de Wikileaks están obligando y obligarán en el futuro al replanteamiento de los métodos de comunicación que EE UU tiene establecidos para sus canales diplomáticos y militares. Hay abiertas investigaciones por parte del Gobierno estadounidense para esclarecer el origen de las anteriores filtraciones. El Pentágono ha pedido a la prensa que no divulgue los documentos.
¿Quién es el responsable de las filtraciones?
Una conexión cifrada permite a cualquier persona el envío a Wikileaks de forma anónima y sin dejar rastro de cualquier tipo de archivo. Hasta el momento, hay un detenido, el soldado estadounidense perteneciente al departamento de inteligencia Bradley Manning, destacado en Bagdad (Irak). Está acusado de entregar a Wikileaks documentos secretos, entre ellos, un vídeo de 39 minutos en el que un helicóptero Apache abate en la capital iraquí a dos empleados de la agencia Reuters junto a otras 10 personas.
¿Qué es Wikileaks?
Wikileaks es una web dedicada a la publicación de informaciones anónimas y filtraciones sensibles, especialmente de carácter gubernamental, aunque también bancario, religioso o corporativo. Su base de datos alberga más de un millón de documentos. Wikileaks comenzó la publicación de documentos en 2007, aunque ha sido en abril de 2010 cuando ha alcanzado una repercusión mundial, tras hacer público el vídeo en el que mueren por disparos estadounidenses dos empleados de Reuters. En julio, protagonizó la que hasta entonces era la filtración masiva más importante de la historia con cerca de 77.000 documentos sobre la guerra de Afganistán. Tres meses después, el portal filtró casi 400.000 archivos sobre la contienda en Irak. Wikileaks se financia con donaciones anónimas y tiene un presupuesto de unos 712.000 euros anuales. Asegura que cuenta con 10.000 donantes. El cofundador y actual director es el australiano Julian Assange, de 39 años y antiguo hacker, que vive en Suecia. Tiene una demanda de arresto internacional lanzada por INTERPOL, tras una orden emitida por la justicia sueca por una presunta violación. La plantilla estable de la web es de una veintena de personas y cuenta con casi un millar de colaboradores entre periodistas, abogados y personal informático. Asegura que contrasta la veracidad de los documentos que publica.
Fuente: rebelion.org
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