Entrevista con Fernando Solís, director de El Observador
“Hay que recordar que la derecha más tradicional ha sido una derecha golpista”
Los giros casi inesperados giros que ha tomado la vida política nacional tienen una lógica. En entrevista con Inforpress, Fernando Solís analiza la coyuntura y busca explicar esa lógica mediante la exposición de hechos y nombres de personas, instituciones y grupos entrelazados en un vórtice de intereses que se configuran y reconfiguran dependiendo de las cuotas de poder en juego.
Mucha tinta ha corrido alrededor de la idea de un complot contra el gobierno de Álvaro Colom. Pero recientemente se escucha con insistencia el rumor de que se está fraguando una “iniciativa civil” con miras a dejar fuera al jefe del Ejecutivo y que lo suceda Rafael Espada. ¿Qué valoraciones haría al respecto?
Yo veo esta coyuntura de ataques y desgaste político como una continuidad, en el corto plazo, de lo que ocurrió justamente hace un año. Baste recordar que hace un año, aunque en un contexto distinto, se acusó al Presidente Colom y a su esposa, Sandra Torres, de ser los autores intelectuales del asesinato de un abogado como Rodrigo Rosenberg, con vínculos con algunos de los grupos corporativos familiares del poder económico más importantes del país.
Un año después, este asesinato no ha sido aclarado, la trama política sigue allí. En aquel momento esa trama se utilizó mediante un plan estructurado desde grupos de la derecha más ideologizada, acostumbrada al golpe y con gente especializada en conspiración. El objetivo era no sólo generar un escrutinio público de la pareja presidencial de cara al próximo proceso electoral de 2011, sino, fundamentalmente, definir una nueva correlación de fuerzas en torno a las cuotas de poder en el Estado y los negocios que se ceban de él.
Varios factores hay que destacar en aquella coyuntura: la intervención de la comunidad internacional, el rol de la CICIG aunque no tan directamente, las movilizaciones que realizó el gobierno como contrapeso a las movilizaciones que realizó el Movimiento Cívico Nacional. Y aunque se logró neutralizar esas acciones, el sedimento político quedó ahí.
En el contexto regional, entre junio y julio de hace un año, ocurre el golpe de Estado en Honduras que tiene sus propias explicaciones, pero, en el caso de Guatemala, aunque pareció que las cosas se calmaban siguieron ocurriendo algunas acciones más esporádicas aunque siempre con el objetivo de crear incertidumbre. Estas acciones como por ejemplo, el asesinato de pilotos, que aunque viene de hace diez años, es sintomático que en determinadas coyunturas se vuelven a dar en serie y con crudeza, solo que en este año, con formas mucho más violentas pues las acciones no se quedan ahí, sino suceden dinámicas más explosivas como el uso de granadas y bombas incendiarias de manera sincronizada. Eso se ha observado de manera sistemática.
Otro momento importante fue la renuncia de Carlos Castresana. El Comisionado renuncia y denuncia la existencia de una estructura y todo un plan para involucrar en la elección del Fiscal General, a una serie de operadores políticos que tenían como objetivo, neutralizar procesos de investigación relacionados con casos judiciales de alto impacto. Castresana también habla de una ofensiva contra la CICIG que se concreta en él, cuando se empieza a decir que había cometido adulterio y acciones inmorales. Es obvio que esta ofensiva se da desde medios de comunicación y desde operadores políticos que quedaron intactos en la cuyuntura Rosenberg. Caso específico: Luis Mendizábal y Mario David García. El primero que empieza a hablar de eso es Mario David García en su programa “Hablando claro”, pero también lo hace otro grupo que ha estado en medios de comunicación muy claros, contra la CICIG.
Se da por ejemplo, la entrega de los hermanos Valdez Paiz y de Diego Moreno Botrán, con indicios que Castresana investigó, aunque él ya va se salida. Y sale diciendo que se estaría generando una serie de acciones para impedir una investigación mayor. Entonces la CICIG queda más que debilitada y sin norte, y llega ahora Francisco Dall´Anese que según mi criterio, le va a bajar perfil a la CICIG. Lo que estoy señalando es que el resultado concreto de eso que se encuentra dentro de toda la trama es neutralizar a una instancia que pudiera estar señalando quienes son los que posiblemente están detrás de, no sólo esta coyuntura, sino detrás de estructuras.
La CICIG parece entonces quedarse sola, y aunque el gobierno hace declaraciones de apoyo, efectivamente el gobierno hace poco en términos de infraestructura logística y seguir avanzando. El gran potencial de la CICIG es ir metiendo cuñas para que la justicia avance, no es que se vaya a convertir en un estamento frente a grupos de paramilitares. Según mi criterio, el gobierno tuvo también parte de interés por casos particulares para que no avanzaran, y se convierte en parte de la piedra de tropiezo de la CICIG, porque pueden llegar a tocar núcleos cercanos a él.
Cuando aparecen las cabezas en varios puntos de la ciudad, el gobierno arguyó lo del avance ante el crimen organizado, eso es mentira, no hay tal cosa. El gobierno no está desmontando estructuras de crimen, no tiene las posibilidades de hacerlo. El Sistema Penitenciario es un apéndice de toda una estructura que opera para eso. Las declaraciones de Carlos Menocal son tibias, y el mensaje de las cabezas es contundente: sabemos a quién matar, dónde matar y cuándo matar. Lo de las cabezas es, en la jerga del crimen, una forma de mostrar poder y generar terror. Fueron más de cuatro cabezas. El aparecimiento de una mujer, jefa de un departamento del sistema penitenciario, descuartizada no es cualquier cosa. Antes, en tiempos de la guerra, aparecían los cadáveres en las orillas de los caminos, después ya no aparecían, pero eran de operadores políticos.
Hoy lo que aparece es el cuerpo mutilado de una mujer vinculada a la dirección del Sistema Penitenciario. Posiblemente los operadores políticos de esto sean sicarios, es gente vinculada a grupos de maras, pero esto requiere de una infraestructura, logística y conocimiento. Para poder mutilar un cuerpo se necesita conocimiento, no sólo técnico sino también científico. Se necesita una estructura y operatividad para hacerlo, y yo insisto, se necesita financiamiento, planes… porque si hay la capacidad de secuestrar a gente por breves horas y hacerle eso es muestra de que sobre esa gente hay control y seguimiento. Que son dos etapas de la contrainsurgencia.
Hay que tomar en cuenta que el cuerpo aparece en una calle súper transitada, en una zona comercial y residencial como la zona 15, a plena luz del día y al mismo tiempo que el esposo de mujer –un guardia de presidios según tengo entendido-, estaba siendo asesinado.
Otros analistas plantean la idea de que en Guatemala nunca se detuvieron las operaciones psicológicas y que el único acuerdo de paz que se cumplió fue la desmovilización de los grupos guerrilleros…
Efectivamente se desmoviliza a los grupos armados de la guerrilla, pero se deja intacta a toda la oficialidad de la contrainsurgencia, a través de no enjuiciar o dejar intacta toda su estructura de inteligencia; queda todo un aparataje intacto que tiene la posibilidad de actuar en “tiempos de paz”. Ya no hay guerra, ya no hay insurgencia, pero hay una serie de intereses, pero hay sociedad civil, movimiento social o hay operadores políticos que se oponen a todo este modelo que tiene una continuidad. También están las áreas del Estado que se desmontan y que son un botín para estos grupos.
Y el gobierno puede que tenga mapeados a determinados grupos o individuos poderosos pero no puede actuar contra ellos de manera contundente, o tendría mucho que perder si lo hace. El gobierno no asume su responsabilidad, habla de algunos medios pero no dice nombres. Se ha ido generando la idea de que Colom es manipulado por su esposa, y no se dice lo mismo de Óscar Berger, aunque era igual y posiblemente más torpe que el actual Presidente. Que también es cierto, no tuvo el mismo trato de la prensa que, como por ejemplo, Alfonso Portillo y Colom. Un factor en ese sentido, es la alianza de Colom
con Álvaro Arzú, partiendo de la idea de que Arzú ha mantenido esa relación tirante con la prensa.
Precisamente hay que señalar que los asesinatos se dan en la coyuntura de la entrada en funcionamiento del Transurbano, en donde una figura que se ve desplazada por su relación con el Transmetro es Enrique Godoy García-Granados, quien fue Concejal I de Arzú. García-Granados es parte de la familia de la Corporación Buena, que son los importadores de pollo, grasas y cosas así. Esta lucha entre gremios que ya incorporó logística de crimen, se está dirimiendo violentamente. Va a verse desplazado un grupo o varios grupos de empresas o va a mantenerse esto.
También hay que hacer notar que en los asesinatos de conductores de autobuses del servicio de transporte urbano, hay una lucha entre clanes de rutas largas y cortas, o empresas y gremios. La forma de dirimir es violenta. Pero ahí se pueden evidenciar vinculaciones con gente que tiene posibilidades y logística para hacer esto; no son mareros.
Lo que está pasando en esta coyuntura es que se le está tratando de dar seguimiento a la violencia que ya existe, y se está planteando la idea de que hay que aprovecharla para terminar de arruinar la gestión gubernamental. Y aunque no es solo en contra del Presidente, es quien más se desgasta. Se busca desgastar a toda la administración de la UNE porque representa, en el fondo, una recomposición del bloque hegemónico y del bloque en el poder, que tiene como uno de sus ámbitos de definición, el próximo proceso electoral. Esa recomposición del bloque hegemónico tiene de fondo la
necesidad que las elites y las oligarquías guatemaltecas tienen de definir un nuevo pacto político nacional porque el actual –signado con la Constitución Política de 1985- ya está agotado y ni siquiera le sirve a ellos.
Lo voy a explicar.
La UNE representa la llegada de empresarios no necesariamente vinculados ni a CACIF ni al G-8 por ejemplo. La llegada de los Alejos, Cohen, Roberto Dalton, gente vinculada a ONG con pensamiento de izquierda, pero fundamentalmente la llegada de gente como Gregorio Valdez O’Connell, con influencias en círculos cercanos a la UNE, la ligazón que puede haber entre el ProRural y el BANRURAL, representan que ahí hay un estamento que se le suele llamar capital emergente, que es un capital que ha ido acercándose a grupos de poder, ha logrado convertirse en proveedor del Estado, ha logrado financiar campañas. No aparece la figura de Alvarado McDonald pero se sabe que está ahí; un Ángel González cercano, muy vinculado a la municipalidad. Que pareciera reproducir lo que pasó con el gobierno de Portillo. Solo que la UNE es una amalgama, son pedazos que provienen de distintos círculos partidarios, de gente empresarial de distinto rango: no es casual el asesinato de Obdulio Solórzano, una persona de confianza de Colom como diputado en la legislatura pasada y que ya en Fonapaz se dice que se sirvió con la cuchara grande.
Es decir, empresarios medios que se vinculan a través de la UNE o la UNE es la línea directa para vincularse como proveedor del Estado por parte de gente constituyen nueva oligarquía pero que, en todo caso, desde la perspectiva de los grupos de la oligarquía más tradicional, no tiene linaje, linaje en el sentido de que represente a las familias más importantes. No está en el G-8. Lo que le queda entonces al gobierno es sólo negociar, pero no sólo con el CACIF, tiende puentes de comunicación con el más importante grupo de familias corporativas que es el G-8, y que es ahí donde se toman las decisiones.
Y lo que se ve es que sí hay un acuerdo de lo que se quiere para el país. Lo que no hay es un acuerdo en cómo operativizarlo o a través de quien. Y en este caso la UNE llega y se les pone en frente, un partido que no es abiertamente contrario a ellos pero que representa otro grupo en el bloque en el poder y quiere tajada en el bloque hegemónico.
Y ahí veo una ruptura en el bloque en el poder, que no es la UNE. El bloque está constituido por el G-8, además de la UNE, así como por un nuevo actor político que es el crimen organizado. Además, en ese grupo hay una derecha que yo llamo anacrónica, la derecha golpista que no está en contra del resto de la derecha pero que tiene su particular forma de actuar. Es la derecha ideológica, la derecha anticomunista radical básicamente. Esa derecha es la derecha que a mi criterio es en donde no hay un acuerdo de por donde seguir. La UNE no es un grupo de izquierda sino representa el ascenso de algunos empresarios que van a disputar con el G-8, cuotas de poder. Y posiblemente van a negociar con la derecha más anacrónica e ideologizada, su estancia en el bloque en el poder. Es importante diferenciar el concepto de bloque en el poder del de partido en el gobierno, porque se tiende a confundir. Aquel es un concepto mucho más amplio y más estratégico.
Sí hay acuerdo en impulsar negocios, la minería, el petróleo, la Franja Transversal del Norte y la política energética, etc. Pero el desacuerdo es quiénes entran en ese paquete.
Y esto puede estar representando una nueva recomposición del bloque hegemónico.
Cuando hablo del bloque hegemónico quiero identificar al grupo que tendrá para los siguientes años, la posibilidad de dirigir no solo el gobierno, sino el rumbo del país en términos de qué dimensiones tienen los negocios y las ganancias dentro de esto. La coyuntura del caso Rosenberg y la que se está viviendo hoy es una disputa en el bloque en el poder por ver quién va a ser el bloque hegemónico para los siguientes años.
¿Por qué se dinamiza, a mi criterio, en este momento? Pues porque hay una coyuntura muy cercana que ya está dirimiendo fuerzas, es decir, la coyuntura electoral. ¿Y por qué hablo de una ruptura? porque el resto de grupos, G-8 y la derecha más ideologizada, la derecha antes terrateniente ahora agroexportadora, anticomunista, donde hay diversos niveles y matices, que puede estar viendo en Colom y principalmente en la candidatura de Sandra Torres, una amenaza. Una amenaza para sus intereses, y hay que recordar que la derecha más tradicional ha sido una derecha golpista, acostumbrada a la conspiración en el sentido más vulgar. Ahora financian grupos, antes financiaban al Ejército y conformaron escuadrones de la muerte. La derecha terminó peleándose con los militares y después hizo un pacto con ellos con el objetivo de eliminar del camino, cualquier factor que impidiera que sus intereses se conjugaran y concretaran.
Y el gobierno pone en la boca de Pablo Monsanto lo que se está pensando en el gobierno.
¿Cómo se está dando esta recomposición del bloque hegemónico y de frente a qué?
La disputa para mí es “cómo continuamos esto, quiénes entran en la jugada” entre una derecha golpista, la vieja derecha escuadronera, la vieja derecha anticomunista, frente a una derecha más técnica representada en algunos personajes vinculados a la Cámara de Industria (CIG) y el ascenso de estos nuevos empresarios al gobierno a través de la UNE. Ya lo habían hecho con el gobierno de Portillo y el FRG.
Es esa derecha la que, en la coyuntura del caso Rosenberg, termina convenciendo a CACIF de que se sume a la cruzada y éste lo hace de último e intenta como ir siendo un contrapeso; un CACIF como operador político del G-8 que asume una actitud mediadora. Y se suma a lo que el Movimiento Cívico Nacional decía: aclaren el asesinato de Rosenberg, que fue una forma de encubrir y de utilizar la coyuntura para pedir la renuncia de Colom. Era claro que Rosenberg estaba metido en el mismo paquete, o sea, Rosenberg no es víctima ni el gobierno lo es, lo que vemos es una disputa entre élites y que se dirime de esta forma. Y no es que sea nueva, la derecha está acostumbrada a eso, lo hizo durante la guerra. Lo que pasa es que en aquel momento, los enemigos eran otros, hoy los enemigos se están redefiniendo. El G-8, hay que decirlo, no es un estamento, no es una instancia, no es un grupo, si bien aglutina el empresariado más oligárquico, las familias, tampoco es homogéneo. Allí hay distintas apuestas, hay distintos poderes.
Lo que planteamos en 2006 en El Observador se está vislumbrando hoy, y se traduce en que hay una disputa en el bloque hegemónico por definir qué grupo o qué grupos de la oligarquía asumen el liderazgo o la conducción. El proceso electoral de 2011 y la campaña electoral que ya arrancó, es uno de los ámbitos en donde se va a dirimir, por lo menos momentáneamente, quién es el elegido. Y aquí hay una cosa. Es recurrente la actitud del Partido Patriota que busca en esta coyuntura convertirse en el partido insignia, que represente los intereses de la parte hegemónica del G-8, que si bien surge con el apoyo claro de Dionisio Gutiérrez, hoy hay una discusión de si es el Patriota y Otto Pérez Molina los indicados, o hay otros. Lo que sí queda claro es que no es la UNE. El partido VIVA que se ha mencionado, si bien ha estado trabajando, hasta aquí pasa desapercibido. Ahí sale un Otto Pérez Molina con un discurso incendiario en el que se presenta como el garante o el fiscalizador de las acciones del gobierno. El PP le pide al gobierno que asuma responsabilidad y destaca aquí un elemento que es que el
gobierno aparezca. Pérez le pide a Colom que se ponga frente a las instituciones que tienen que ver con la seguridad porque no se ve.
Otro elemento es la encuesta que presentó la Cámara de Comercio con Jorge Briz como voz cantante, en donde muestra cómo los empresarios estarían siendo afectados por la violencia. Y lo que se pide es que el ejército salga a las calles. Se genera así la idea de que hace falta quién asuma las riendas del país porque la violencia ha llegado a niveles impensables y no hay quién ordene la casa, ese es el viejo experimento. Yo no creo que haya golpe de Estado como lo decía Pablo Monsanto, aunque todos estos elementos señalados hasta ahora representan intentonas de generar un rompimiento constitucional.
Lo que se está haciendo es para generar una nueva correlación de fuerzas de cara al próximo proceso electoral en donde la UNE salga totalmente descabezada o descalificada para asumir la conducción del gobierno. Hoy más que nunca la UNE amenaza con ser el primer partido que tiene las posibilidades de repetir en estos años de transición política.
¿Qué papel juegan los medios en esta coyuntura?
Hay una ofensiva también de los medios. No es casual que Pléyades y su proyecto “Libertopolis” haya inaugurado varios espacios de radio en lo que, de manera sistemática, en radios como Infinita y la otra es Doble S, un poco canal Antigua, un poco Guatevisión, en horarios bien claros que dentro del ranking de la programación tienen un impacto, exponen a todas el pensamiento liberal y neoliberal en su forma más descarnada e ideologizada, apologética.
No es casual que Marta Yolanda Díaz-Durán entrevista en el espacio de la tarde en la radio Doble SS, a Mario Marroquín, actual Gerente de la Mina Marlin pero antes Gerente de oficina estatal Invest in Guatemala. Ese programa que comentamos hoy, fue una legitimación de la actividad minera. Ya el gobierno dijo que no va a dar marcha atrás en las medidas cautelares.
“Libertopolis”, que más que un espacio de debate ideológico como se promulga, es una instancia para divulgar el pensamiento del liberalismo político y el neoliberalismo más ortodoxo. Lo que quiero decir es que en el fondo central del modelo económico, allí no hay discusión, eso va.
Los medios echan a rodar, dependiendo de dónde estén amarrados sus intereses, porque también se pueden mapear las políticas editoriales, porque no es lo mismo Guatevisión que un canal Antigua, pero hay una ligazón. Por ejemplo Emisoras Unidas, que es una de las principales corporaciones de radios, es bien clara la línea porque hay una gran redefinición allí, los Archila Marroquín, los Mcdonald que parecieran tener una alianza con Alfred Kaldschmitdt (Canal Antigua y Radio Infinita), no es casual que este grupo Pléyades que tenía en Emisoras Unidas el programa Tercer Milenio, salte de Radio
Infinita de Kaldschmith a la emisora Doble S que fue comprada por Emisoras Unidas.
Por ejempl, Doble S en el día o en horas de la mañana transmite música en inglés, pero en el resto de espacios aparece “Libetópolis” con varios programas: Contravía, A Todo Pulmón… es decir, este grupo en donde aparece Estuardo Zapeta, Jorge Jacobs, Marta Yolanda, Armando de la Torre, Manuel Ayau… es este grupo anticomunista, es el grupo más ideologizado que está vinculado a la Universidad Francisco Marroquín, que funda Pléyades y que está vinculado a Dionisio Gutiérrez y que están vinculados no sólo por medio de las hidroeléctricas, sino que en los años 90, Dionisio fue uno de los fundadores de la Cámara de la Libre Empresa y del Grupo Pléyades que, en aquel momento, cuando se inicia el proceso de diálogo de negociación entre el gobierno y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Pléyades surge como un grupo de cámaras empresariales que no está adscrita a CACIF pero sí vinculada.
En el fondo se convirtieron en un contrapeso en torno a las posiciones que se iban dirimiendo en la mesa de negociación con la guerrilla, es decir, pasar de una posición abiertamente contraria a toda las negociaciones para después convertirse en un grupo que ya elaboraba documentos para que fueran discutidos. Este grupo tuvo detrás a los Bosch-Gutiérrez, eso está claro. Ese grupo fue el primer Pléyades, que en términos filosóficos se asumen como un estamento de gente pensante, como la gente que ilumina al resto de la sociedad con sus pensamientos, con sus valoraciones, es gente especulativa. Si eso se retrae a la actualidad, se trata de un grupo como “iluminado”, como el grupo que le va a decir al resto que aquí la opción es el liberalismo político y la democracia liberal a ultranza. La democracia es vista como el mercado total, el mercado totalitario. Es una derecha apologética, que lo que dice son absurdos pero legitimados a nivel ideológico en los medios de comunicación porque no hay un pensamiento contrario. Aquí el pensamiento único es el mercado como la totalidad de las relaciones de producción, la economía de mercado que dará la fórmula mágica para que el país se asuma. En el fondo lo que hay es una reelaboración del viejo liberalismo y en donde se asume que en este grupo empresarial debe haber una hegemonía del empresariado y dentro de ellos debe haber un grupo, el más iluminado, es toda una elaboración ideológica.
No es casual esta ofensiva de los medios. Un Alfred Kaldschmitdt que escribe en Prensa Libre y que funda el Canal Antigua y radio Infinita, que es parte de ese grupo de empresas radiales ahora con Doble S. Ahí aparece un Pedro Trujillo con el programa “A Solas”; Juan Luis Font con un programa que se llama Ocho 45… Hay otro programa hablado en inglés que se denomina “Inside”, conducido por Carlisle Johnson, un estadounidense a quien se le atribuye trabajar para Emisoras Unidas y también ser un operador de las mineras. Son temas de tipo empresarial donde hay gente que es parte de “Libertópolis”.
¿Dónde están los militares?
Yo diría que hay tres grupos militares que están en la jugada. Monsanto habla de grupos de “alta y de baja”. Yo voy a mencionar tres. Uno es AVEMILGUA, que ya se convierte en partido político: Frente de Convergencia Nacional, cuyo secretario general es Quilo Ayuso que, como hay que recordar, era el jefe del Estado Mayor de la Defensa cuando se da el golpe de Estado en 1982.
Un segundo es el que está cuestionado principalmente en el caso del ex Presidente Portillo. Me refiero a La Cofradía, que son un grupo de militares que se ligaron al gobierno de Serrano Elías, y luego a los gobiernos de Alfonso Portillo y el FRG, y ahora se les vincula con el gobierno de Álvaro Colom. No lo veo de manera tan mecánica pero es el grupo de militares que fueron parte de los oficiales jóvenes que dan
el golpe frente al viejo generalato representado hoy en AVEMILGUA.
Ese generalato es desplazado aparentemente por el grupo de jóvenes que son los que dan el golpe. Y yo tiendo a interpretar el golpe no como el enfrentamiento de un grupo de miliares frente a otro, sino como un acuerdo entre estas dos líneas del Ejército en aquel momento. El golpe de Mejía Víctores también se da dentro de esos acuerdos, y es para mí el segundo grupo.
En La Cofradía, además de los nombres de Manuel Callejas y Callejas, uno de sus principales fundadores, y de Francisco Ortega Menaldo, su figura más visible, es imperativo mencionar al coronel Julio Fernández Ligorría, el militar especializado en inteligencia. Un operador clave en toda la contrainsurgencia del 82 al ser responsable de haber participado en el desmantelamiento de buzones de la Organización del Pueblo en Armas (ORPA) y del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), y lo que caracterizó a Fernández Ligorría en cada operación es que logró recopilar tal cantidad de información y esa información pasa a formar parte de las estructuras de inteligencia del Ejército. No se descarta que esa información fuera fundamental en “El Archivo” y en “La Oficinita”.
Hay que advertir que en estos aparatos de inteligencia conocidos a mitad de la década de 1990, aparecen vinculados nombres como los de Luis Mendizabal, así como el del general Marco Tulio Espinoza, ex Jefe del desaparecido Estado Mayor Presidencial (EMP) y ex Ministro de la Defensa durante el gobierno de Álvaro Arzú.
Y La Cofradía tiene una disputa poder con un tercer grupo que históricamente ha sido conocido como El Sindicato, una de cuyas figuras más visibles es Otto Pérez Molina. El Sindicato tradicionalmente se asume que disputa con los militares de La Cofradía, espacios de poder y de negocios grandes como aduanas, contrabando y narcotráfico. Son personajes que siempre han estado metidos en esto. Lo que no puedo decir con exactitud es dónde están y el papel que juegan, es información que no tengo, y si
todavía funcionan como grupos con los nombres con los que fueron conocidos.
Lo que sí está claro es que lo que lo que hoy se conoce como crimen organizado en sus diferentes expresiones, surgió de ahí, de la inteligencia militar. Los militares vinculados a las estructuras de la inteligencia militar fueron los primeros que se vinculan a este tipo de operaciones.
Y es que una característica en común de todos los que se han mencionado, es que han pasado por inteligencia militar, estuvieron al mando de las principales bases militares o estuvieron en la jefatura del Estado Mayor de la Defensa, todos. Pasaron por la Escuela de las Américas o recibieron entrenamiento especializado en contrainsurgencia, es gente pensante. Es gente que estuvieron en altos mandos o en los frentes de guerra pero con especialidad en contrainsurgencia. Gente que fundó el ESTNA.
Ese es el sedimento de todo esto que está pasando. Hay una nueva alianza o hay nuevas versiones de crimen organizado que en esta coyuntura aparecen íntimamente ligados.
No pensemos en el crimen organizado sin nombre y apellido como un estamento que está aparte. Porque al final los grupos de poder también se ven afectados en cómo el crimen organizado entra en el paquete, ya sea financiando partidos políticos, o con cuotas de poder, o espacios dentro del Estado, o con que puedan tener posibilidades de operar sin que haya complicaciones.
Debo mencionar otros nombres de militares que están dispersos en la actualidad pero que aparecen vinculados a más de algún partido político. Rudy Pozuelos que está vinculado al Partido Unionista, candidato a alcalde por Chimaltenango en la elección pasada. Otto Noack, ex vocero del Ejército, ex Gerente de la Portuaria Santo Tomás de Castilla y miembro del Partido Patriota.
Edición: 1859
Publicado: 13/08/2010
POR CROSBY GIRÓN
Inforpress fue creada como una entidad periodística en el año 1972. Desde su inicio el propósito de Inforpress fue ser una publicación semanal de análisis político, económico y social de la región centroamericana. La sostenibilidad de Inforpress se basa en la venta de sus servicios, buscando el equilibrio de sus ingresos con los costos, sin privilegiar el lucro por lo que no tiene reparto de dividendos. Esta filosofía fue creada por sus fundadores, quienes visionariamente idearon un medio informativo que para mantener su objetividad en el análisis, no tuviera que dependencia financiera de ninguna organización, que luego condicionara su agenda de información e investigación. Suscríbase:
suscripciones@inforpressca.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario