martes, 17 de agosto de 2010

Futuro de la crisis en Honduras, Portada y editorial de edición impresa de EL LIBERTADOR, agosto de 2010


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Si la causa del golpe de Estado en Honduras fue geopolítica, la solución a la crisis derivada de esa barbarie es también geopolítica. Eso ocurre porque la razón de los pueblos no existe en la lógica del poder imperial. El desarrollo y la riqueza de las naciones periféricas como Honduras sólo importan a Estados Unidos en función de sus intereses geopolíticos. Es así que en este momento el imperativo categórico de Estados Unidos es legitimar al gobierno de Porfirio Lobo, sumido en una crisis generalizada e insostenible. A medir el clima social vino la Subsecretaria del Departamento de Estado, María Otero, y a dictar a la oligarquía golpista los pasos a seguir para que Honduras retorne a la OEA y ONU, pasos previos para el reconocimiento de Europa y Asia para que en conjunto financien la crisis

Si la causa del golpe de Estado en Honduras fue geopolítica, la solución a la crisis derivada de esa barbarie es también geopolítica. Eso ocurre porque la razón de los pueblos no existe en la lógica del poder imperial. El desarrollo y la riqueza de las naciones periféricas como Honduras sólo importan a Estados Unidos en función de sus intereses geopolíticos. Es así que en este momento el imperativo categórico de Estados Unidos es legitimar al gobierno de Porfirio Lobo, sumido en una crisis generalizada e insostenible. A medir el clima social vino la Subsecretaria del Departamento de Estado, María Otero, y a dictar a la oligarquía golpista los pasos a seguir para que Honduras retorne a la OEA y ONU, pasos previos para el reconocimiento de Europa y Asia para que en conjunto financien la crisis.

El genocidio civil ejecutado por las Fuerzas Armadas y la Policía a raíz del golpe, fue decidido por intereses geoestratégicos de Estados Unidos para iniciar la ofensiva contra los cambios e integración en América Latina. El experimento fue en nuestro país porque lo considera el eslabón más débil de la cadena; luego se busca debilitar el proceso político en Suramérica y Nicaragua y, en Centroamérica, sentar bases militares en Costa Rica y evitar alianzas progresistas de El Salvador.

Estados Unidos actúa así porque necesita debilitar al UNASUR, naciones de Suramérica que no aceptan a Honduras en la OEA, en tanto no permita el ingreso del ex Presidente Zelaya con garantías reales, castigue a los autores materiales e intelectuales del golpe, y pare la represión contra el pueblo integrado en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

Esto debe ir acompañado de crear en Honduras una especie de distensión y apertura en apariencia democrática, la oligarquía tomará para sí planteamientos de “La Resistencia” como la Constituyente, el retorno de Zelaya, juzgamiento de los golpistas y aparente democratización de los partidos políticos tradicionales.

La estrategia represiva tejida desde el golpe, cambiaria de aspecto, más no de naturaleza. Debemos tener mucho cuidado cuando desde el imperio o desde la oligarquía se planteen la reconciliación nacional o apertura democrática, pues se busca que el pueblo en resistencia baje los brazos y ablande sus convicciones, entonces los grupos de poder instalaran la Constituyente con sus lacayos.

Si bien el retorno de Zelaya es esencial para continuar con el proceso de cambios, es al mismo tiempo fundamental en la estrategia de Estados Unidos, aunque representa peligro en la pretensión de perpetuar el bipartidismo reaccionario. Zelaya volverá contra el deseo de la oligarquía y el imperio, porque ha desarrollado un liderazgo reconocido y apoyado en el mundo, algo inédito en la historia política de América Central.

El Frente de Resistencia, entendido como el instrumento movilizador de la Constituyente y de las transformaciones en Honduras, debe estar a la altura del presente. Vanguardismos, caudillismos, infantilismos y exclusión de liderazgos es actuar a favor del proyecto imperial y de la oligarquía local. Ganar esta guerra es posible con visión estratégica, con todos los sectores y desde la base. Actuar en sentido contrario es traición a la Patria.

Fuente: ellibertador.hn


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