“Estamos siendo amenazados por los guardias del Señor Miguel Facussé y por policías” dice Lidia Ramos, mientras recuerda el triste viernes 12 de febrero cuando según los campesinos varios guardias de seguridad y policías mandados por el empresario Miguel Facussé dispararon contra las familias que se han tomado las tierras de la Finca de palma africana La Concepción en Tocoa, Colón.
“Dispararon a lo loco. Nosotros corrimos con los niños a cubrirnos atrás de las palmeras. Sin embargo aquí estamos, apoyando a nuestros esposos y luchando para que algún día nuestros hijos vivan mejor que nosotros, lo hacemos por ellos, por su futuro”, agrega Lidia.
Ese día resultó herido Margarito Peralta, quién se encuentra en recuperación, dice su esposa María Sonia, otra de las mujeres que se mantiene apoyando la lucha por la tierra en ese sector.
Según conversaciones con varias de las mujeres, son 150 familias las que están apostadas en el lugar y las mujeres se han organizado para conseguir la comida, cuidar los niños y apoyarles en la escuela. Asimismo se encargan de buscar el agua para cocinar en las improvisadas hornillas y mesas hechas con pencas de palma.
Los niños también ayudan a buscar palitos secos para encender el juego, lavan trastes y hacen mandados. “La vida entre las palmeras ha sido difícil, pero lo hacemos porque no tenemos tierras donde cultivar. Estamos pasando grandes pobrezas hay días que comemos, otros días tenemos que aguantar, Nos acostamos sin cenar algunas veces”, expresa, mientras nos enseña las camas, las mesas y bancas que han hecho con pencas de palma y cabuyas.
“Mire nuestras casitas, ahí encima de esas pencas verdes y duras nos acostamos por ratos en las noches, no dormimos tranquilas porque tenemos que estar alertas, pues se nos ha amenazado y tememos por nuestra vida, la de nuestros esposos y de los niños que son bastantes”, dice Maribel Martínez, encargada de organizar la comida en el lugar.
Sin embargo, las mujeres de La Concepción, tienen la esperanza que la pesadilla va a pasar algún día y que sus hijos van a tener un futuro mejor en las tierras donde han nacido. Agradecen la solidaridad de algunas organizaciones y personas que creen en la lucha que están haciendo y les apoyan con algunos alimentos.
Desde el mes de diciembre del año pasado, cientos de familias organizadas en el Movimiento Campesino del Aguán, decidieron tomarse las tierras de 28 cooperativas campesinas que según ellas están destinadas a la reforma agraria.
Solidaridad
Las familias del Aguán necesitan alimentos, cobijas, medicamentos, ropa, colchonetas, trastes.
Fuente: Radio Progreso
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