domingo, 14 de marzo de 2010

Estructuras de muerte instaladas desde el 28 de junio no han sido desmanteladas

Dina Meza
Bertha Oliva, coordinadora general del Cofadeh
Lo que nos preocupa sobre la represión en el actual régimen son los sectores que se están tocando y los patrones que se están utilizando, que son diferentes a los de la década de los ochenta donde era fácil identificar quiénes cometían las violaciones a los derechos humanos y dónde operaban, pero en la actualidad cambian para borrar evidencias, señaló Bertha Oliva, Coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH.
Lo anterior es una reacción al informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, difundido este jueves, en el que se señala “mientras duró el régimen de facto en el poder, se registraron incidentes que resultaron en la pérdida de vidas, el uso desproporcionado de la fuerza, incluyendo golpizas por parte de las fuerzas de seguridad en contra de manifestantes, asaltos sexuales, así como otros serios casos de abusos a los derechos humanos”.
Criticó el hecho de que no se incluya las graves violaciones a los derechos fundamentales en el actual régimen las cuales son más graves que en anterior y que tienen un enfoque directo a las personas que se mantienen en resistencia y que se encaminan a la refundación del país.

Argumentó su cuestionamiento con cifras concretas que posee el COFADEH producto del monitoreo que se hace de la situación de derechos humanos del actual gobernante Porfirio Lobo Sosa.
Para ella el Departamento de Estado tienen que estar monitoreando que en Honduras no se han desmontado los escuadrones de la muerte que se reactivaron a partir del 28 de junio y están haciendo sus barbaridades , porque la situación se ha puesto más grave que la que existía del 28 de junio de 2009 al 27 de enero de 2010, antes de que Lobo Sosa se instalara.
“Del 27 de enero de este año hay dos sindicalistas asesinadas y otra mujer de la resistencia en San Pedro Sula y eso no lo está inventando nadie , el delito de ellos era ser miembro de la resistencia y líderes en sus barrios”, recalcó Oliva.

Se debe desmantelar las instituciones que están acabando con la vida y poniendo en pánico a la población hondureña
Pero también dijo que violaciones a los derechos humanos es ir en las madrugadas a interrumpir el sueño de las personas, pero más violaciones a los derechos humanos es cuando empezamos a decir que estas son violaciones y se ponen de común acuerdo con fiscales para que los acompañen en los madrugones , están legalizando las violaciones a los derechos humanos.
Añadió que ll objetivo fundamental es frenar la barbarie que se está viviendo, “no podemos callar la situación grave que estamos viviendo, para decirle a las personas que están haciendo las cosas mal”.

Recordó que hay personas que han sido secuestradas y llevadas a lugares que no son reconocidos legalmente, es decir que los han llevado a cárceles clandestinas, hay una gente que está operando y una autoridad que se ha instalado del 27 de enero a la fecha y está diciendo que su fundamento va a ser el respeto de los derechos humanos y la reconciliación de la familia hondureña, en ese sentido no se ve que ese es el propósito porque cuando hay muertes, torturas y se persigue el sector que está en resistencia plena porque no está de acuerdo con los que vivió y lo que se pretende es claramente refundar el país .
“Llamo la atención a todos los que monitoreamos la situación de los derechos humanos y hacemos informes a nivel nacional o internacional que las violaciones a derechos humanos no son una cosa del pasado o del régimen instalado cuando de decido violar la Constitución de la República y perder el orden institucional, sino que en la actualidad se está viviendo una situación graves y no se puede instalar una comisión de la verdad en el marco de las violaciones a los derechos humanos”, recomendó la Coordinadora del COFADEH.
Oliva destacó que lo primero que se debe hacer Lobo Sosa es desmantelar las instituciones que están acabando con la vida y poniendo en pánico a la población hondureña, “lo primero que se debe hacer es sentarse todo el pueblo hondureño y no los que dieron el golpe, para acordar que es lo que se va a hacer”.
Pero para lo anterior se debe de tocar fondo, “pero aquí se ha dado a la tarea de hacer requerimientos fiscales por Abuso de Autoridad a unos cuatro a cinco casos en donde no se establece que esto fue en el marco del golpe de Estado, porque eso es lo que constituye impunidad cuando se refiere a una persona que es la que han mandado a hacer este hecho, pero no señala que la impunidad es tan grave que la comunidad internacional está preocupada”.
Denunció que el Ministerio Público ha girado un requerimiento fiscal contra la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas por delitos someros, pero lo más graves es que el caso se somete a la misma instancia que legitimó, aprobó y prácticamente ordena la ruptura del orden constitucional y a esta Junta de Comandantes fue acompañada por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos “para garantizar el debido proceso y sus vidas, esto se llama claramente impunidad, eso es que hemos venido viviendo de un tiempo a la fecha”.
A su criterio todas las estructuras que estuvieron de acuerdo con el golpe de Estado deberían haber sido canceladas y cesadas en sus puestos los responsables de las mismas, porque estuvieron de acuerdo con el Estado fallido que tenemos ahora, lo cual se puede cambiar si se combate la impunidad y se aplica justicia. “Pero van a terminar enredados en su propia telaraña de impunidad, odio y divisionismo”, advirtió.
Con respecto a la creación por Lobo Sosa de un Comisionado Presidencial de Derechos Humanos, dijo que no se trata de ir creando otras instituciones sin haber limpiado las que ya existen, porque una paralela, va ser algo técnico o político, se trata de solicitar al Congreso Nacional retome si es correcto o no la permanencia de los derechos humanos y si es así se debe nombrar a alguien que esté de acuerdo y a la altura de lo que significa el respeto de los derechos humanos y que tenga la objetividad precisa para calificar o descalificar violaciones a los derechos humanos, pero también recomendaciones a las instituciones del Estado de cómo se debe implementar un verdadero trabajo sobre derechos humanos.
Agregó que no se puede estar poniendo parches cuando la tela está totalmente podrida, lo que debería asumir sin temor y son responsabilidad histórica los cambios, sin temor a abordar la problemática. Esto no funciona si se han firmado compromisos muy fuertes para mantener personas que han cometido violaciones de los derechos humanos. Las denuncias van a continuar y es indiscutible que el talón de Aquiles de este gobierno son las violaciones a los derechos humanos, lo cual no se puede resolver a través de los medios corporativos de comunicación, concluyó.
Fuente: Defensoresenlinea.com
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