Oscar Amaya Armijo
Qué terrible el dolor de Pedro, dolor de resistencia, dolor por la muerte de Claudia, su hija que desde niña conoció el fragor de la lucha de su padre inclaudicable por los derechos de los obreros de Honduras. Es la venganza maldita de la oligarquía contra Pedro, contra este hombre que organizó desde su temprana juventud a los obreros que hoy son bastión del FNRP. Claudia era la continuación de Pedro en la Resistencia, su réplica honesta y combativa. Es la perversidad contra Pedro, el intelecual que nunca vendió ni hipotecó su pluma a los dictadores. Y que paradoja, Pedro tuvo que ver en la formación de Pepe Lobo, el mismo hombre que traicionó al Partido Comunista y que ahora hace alianza con los perverso que hoy le quitan el alma a Pedro, a Claudia su hija honesta y combativa del FNRP. El dolor de Pedro es grande, pues ama la vida, ama a la humanidad sin condiciones, sin esperar nada. Es inaudito cercenarle el alma a Pedro, es decir Claudia, a él que tanto ha amado la vida. Quitarle a su niña, a Claudia la de sus nietos, ay cómo le duele a Pedro este dolor que nos corroe a todos, cómo duele hermanos de la resitencia el dolor de Pedro. Ay, Pedro,mañana los sueños de Claudia estarán acunados en el sol de la utopía libertaria, pese al dolor que corroe nuestras entrañas.
Qué terrible el dolor de Pedro, dolor de resistencia, dolor por la muerte de Claudia, su hija que desde niña conoció el fragor de la lucha de su padre inclaudicable por los derechos de los obreros de Honduras. Es la venganza maldita de la oligarquía contra Pedro, contra este hombre que organizó desde su temprana juventud a los obreros que hoy son bastión del FNRP. Claudia era la continuación de Pedro en la Resistencia, su réplica honesta y combativa. Es la perversidad contra Pedro, el intelecual que nunca vendió ni hipotecó su pluma a los dictadores. Y que paradoja, Pedro tuvo que ver en la formación de Pepe Lobo, el mismo hombre que traicionó al Partido Comunista y que ahora hace alianza con los perverso que hoy le quitan el alma a Pedro, a Claudia su hija honesta y combativa del FNRP. El dolor de Pedro es grande, pues ama la vida, ama a la humanidad sin condiciones, sin esperar nada. Es inaudito cercenarle el alma a Pedro, es decir Claudia, a él que tanto ha amado la vida. Quitarle a su niña, a Claudia la de sus nietos, ay cómo le duele a Pedro este dolor que nos corroe a todos, cómo duele hermanos de la resitencia el dolor de Pedro. Ay, Pedro,mañana los sueños de Claudia estarán acunados en el sol de la utopía libertaria, pese al dolor que corroe nuestras entrañas.
Fuente: Vos el soberano
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