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La discusión de una posible amnistía para los implicados en el golpe de Estado militar perpetrado en julio pasado contra el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, así como el retiro de ese país de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), será debatida en el Congreso de facto hondureño el próximo mes de enero de 2010.
Así lo anunció el Parlamento golpista del país centroamericano al entrar en receso navideño el día jueves, en una jornada en la que, además, el ganador de las elecciones ilegítimas celebradas en Honduras el pasado 29 de noviembre, Porfirio Lobo, pidió al régimen de facto permitir la salida de Zelaya de la embajada de Brasil en Tagucigalpa, donde permanece refugiado desde septiembre pasado.
El presidente del régimen golpista, Roberto Micheletti, pidió al Congreso de facto que ratifique el acuerdo ejecutivo que él firmó el pasado martes para desvincular a Honduras de la ALBA, formada también por Antigua y Barbuda, Cuba, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas.
La eventual amnistía política para los involucrados en el derrocamiento de Zelaya será analizada por una comisión legislativa, que consultará a otros órganos del Estado y sectores sociales antes de presentar su dictamen al pleno.
Lobo, en la actualidad, es el principal interesado para que se apruebe la amnistía, ya que es uno de los puntos que exige la comunidad internacional para reconocer un eventual gobierno que él lidere.
Sin embargo, el Congreso de facto no ha anunciado una fecha precisa para discutir la amnistía política ni la retirada de Honduras de la ALBA.
El ganador de los comicios ilegítimos de noviembre pasado expresó su el respaldo al opositor Partido Nacional a la retirada de Honduras de la ALBA, bloque de cooperación al que Zelaya adhirió su país en 2008.
Además recordó que Zelaya "ha estado gestionando que le dejen salir", pero "no hay acuerdo en la calificación que él exige y lo que están dispuestos a otorgarle", por lo que pidió "que se pongan de acuerdo, que Zelaya acepte y que los de la autoridad nacional (régimen golpista) le den también la salida".
"¿Para qué estar allí en la embajada de Brasil?, yo creo que no está bien", aseveró.
Zelaya ha estado "en una posición que no es congruente con lo que demanda la legislación" hondureña, agregó Lobo.
Sin embargo, el régimen de Micheletti rechazó el pasado día 9 de diciembre otorgar un salvoconducto para que el legítimo jefe de Estado hondureño viajara en calidad de huésped de honor a México.
Por su parte, Zelaya, próximo a cumplir seis meses apartado del poder, a causa del golpe de Estado militar, así como tres meses refugiado, sin poder salir, de la legación diplomática de Brasil, consideró el día jueves que su regreso al país para buscar su restitución en el cargo es lo más acertado que ha hecho en su vida.
"Mi retorno al país es lo más acertado que he hecho en toda mi vida política", dijo desde la embajada de Brasil.
"Es lo mejor que he hecho en mi vida, lo más correcto ha sido venir a ponerme de frente a mi pueblo, que está siendo reprimido, lo hice con plena convicción, lo hice porque quería yo mismo estar frente al problema", subrayó.
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