La dictadura mediática se ha convertido en el instrumento efectivo y propicio de la arremetida de Estados Unidos contra América Latina en su desesperación por combatir la unidad, independencia y solidaridad de los pueblos de la región.
Los partidos políticos de izquierda del Subcontinente se han sometido a las reglas electorales impuestas por la derecha, y han venido ganando terreno por el voto popular frente a las agrupaciones oligárquicas que en sus mandatos han ejecutado políticas neoliberales que solamente desempleo, miseria, hambre, han dejado a lo largo de la historia de nuestras naciones.Las condiciones para el fortalecimiento de la izquierda, las favoreció la actuación de los últimos gobiernos norteamericanos, quienes dieron la espalda a las naciones de América Latina.
En su voracidad por arrebatar recursos naturales a países productores de petróleo, utilizando falsos argumentos, declararon la guerra en Irak y mantienen intervenida militarmente a Afganistán; y voltearon su mirada hacia Rusia y China. ¡Claro!. Representan mayores intereses por sus recursos y mercado.
Igualmente, en su afán por mantener la supremacía militar, la nación más poderosa del mundo, se enfrascó en una lucha intestina por despojar a Irán de su derecho de buscar fuentes alternativas de energía a través del enriquecimiento de uranio.
Lo mismo ocurre con Corea del Nortea, nación asiática a la que pretende eliminar su legítima decisión de lanzar cohetes con fines defensivos.
O sea que Estados Unidos se arroga el derecho exclusivo de buscar fuentes alternativas de energía, lanzar cohetes, enviar expediciones a la Luna, Marte y el resto del universo; mientras el resto de países tienen que someterse a sus designios.
Arrogancia imperial castigada
Cuando los gringos se enteraron del grave error que habían cometido en América Latina, emprendieron una embestida contra los pueblos que se habían atrevido a solidarizarse entre sí, y buscar su independencia política, económica y social.
Con el respaldo de sus aliados en la región y fundamentalmente con la complicidad de los patrones de la comunicación, han desatado todo tipo de ataques en contra de los países que han electo a presidentes de izquierda.
Les han endilgado acusaciones por tráfico de drogas, de armas, terrorismo y los infaltables señalamientos por presunta violación a los derechos humanos, libertad de expresión y prensa; además de practicar en su contra, chantajes, calumnias, manifestaciones de la derecha por la nacionalización de los recursos naturales, intentonas de golpes de estado, y el golpe de Estado en Honduras, entre otros mecanismos de presión.
Nicaragua no sería la excepción. Han dicho e inventado todo tipo de acusaciones contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, incluyendo el tráfico de armas y drogas, pese a la lucha que ha emprendido en contra de esos delitos.
En Honduras se promovió el golpe de Estado contra el constitucionalmente electo Manuel Zelaya.
Defensores de gorilas
Pero ahora resulta que los golpistas son llamados por La Prensa, el diario de los nicaragüenses, y CNN, “el gobierno provisional e interino”, en un intento por legitimar a los usurpadores del poder en Honduras, y tienen el descaro de señalar de “injerencista” a Daniel por apoyar Zelaya.
No recuerdan que Estados Unidos instaló bases militares en Honduras para agredir militar, económica y políticamente a Nicaragua durante el primer gobierno sandinista, en la década en los años ochenta.
También debieran de calificar de “injerencista” al presidente de Costa Rica, Oscar Arias, quién después de condenar el golpe contra Zelaya, aceptó convertirse en instrumento de los norteamericanos para mediatizar la lucha del resto del mundo por restituir al gobernante hondureño en la presidencia de la República. Arias y su mentor, continúan insistiendo en que se tome la mesa de negociaciones entre Mel y los golpistas.
Títeres del imperio
Ahora a la conspiración norteamericana contra Zelaya, se han unido sus marionetas nacionales, quiénes exigen la salida de nuestro territorio del presidente constitucional, a pesar de la condena internacional contra el golpe.
Y los integrantes de la ultra derecha conservadora, encabezados por el derrotado candidato, Eduardo Montealegre, viajaron a Honduras para patentizar su pleno respaldo a los golpistas catrachos.
¿Qué paso con los demócratas?. ¿No son estos los que se autoproclaman defensores de la democracia, respetuosos de la institucionalidad, del estado de derecho y del derecho del pueblo a elegir libremente a sus gobernantes?.
Con estas posiciones y actuaciones de la rancia burguesía se puede entender que la democracia tiene que ser practicada exclusivamente por la derecha, porque cuando no les favorece, alegan que se cometió fraude en su contra.
Cinismo mediático
La derecha mediática llega al extremo de culpar a Zelaya y los gobiernos del Alba por la sangre que sea derramada en la vecina del norte.
“Pero la sangre que se derrame en Honduras —que podría ser mucha— como consecuencia de la “insurrección” convocada por el ex presidente derrocado, no sólo caerá sobre las cabezas de Manuel Zelaya, los gobernantes del Alba que lo azuzan y los burócratas internacionales que lo respaldan. La sangre hondureña caerá también sobre las cabezas de los gobernantes demócratas que insólitamente se han plegado a la posición de Hugo Chávez y compañía, y reclaman la restauración incondicional de Zelaya en el poder, en vez de ayudar a la búsqueda de una verdadera solución, intermedia y conciliatoria”, señaló el editorial de La Prensa, en su edición del 23 de julio.
Más víctimas de los demócratas
Si damos un repaso por las acciones de Estados Unidos contra de los gobiernos progresistas legítimamente electos en América Latina, veremos que han montado todo un engranaje para desacreditarlos.
En Guatemala acusaron al presidente Álvaro Colón de haber ordenado el asesinato de un adversario político, Rodrigo Rosemberg. Sin embargo, el show les duró muy poco.
Narco estado
En América del Sur, Estados Unidos en abierta actitud de provocación contra Venezuela, planea colocar varias bases militares en Colombia, supuestamente para combatir el terrorismo y el narcotráfico.
El incondicional gobierno de Álvaro Uribe que ha convertido a Colombia en un narco estado con la venia de sus protectores.
Igualmente alentaron la intentona golpista contra el presidente Venezolano Hugo Chávez en abril del año 2002, contra quién han organizado y financiado a la derecha para confrontar a su gobierno. En los últimos días, han tratado de meter a Venezuela en un escándalo por supuesto y armas anti tanques adquiridos en Suecia y que habrían sido destinados a la Farc.
En Uruguay, promovieron un sinnúmero de escándalos contra el presidente Fernando Lugo, a quién atacaron despiadadamente por la aparición repentina de supuestos hijos suyos que supuestamente habría engendrado cuando todavía era obispo católico.
En Ecuador, al gobernante Rafael Correa, fue acusado de colaborar con las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC), en el 2008; le montaron manifestaciones de protestas de la oposición, y ahora lo acusan de haber sido electo con financiamiento de la misma guerrilla colombiana.
En Bolivia, el presidente Evo Morales, recibió fuertes ataques y le organizaron asonadas porque dispuso la nacionalización de los hidrocarburos que se encontraban en posesión de compañías norteamericanas.
No importa el método
A la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, fue acusada de enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, e interpusieron una denuncia judicial por supuesta negligencia en el tratamiento a los infectados con el virus de la influenza humana.
No es casual que Israel, una de las naciones asiáticas más leales a Estados Unidos, haya iniciado una ofensiva diplomática por lograr que América Latina, rechace el establecimiento de relaciones de amistad, comercio y diplomáticas con Irán.
Con ese propósito enviaron por varias naciones de la región a su canciller Avigdor Lieberman, quién irónicamente posee un historial extremista, cuyo currículo difícilmente hará cambiar de posición a Latinoamérica respecto a Irán.
Lieberman es identificados como un político ultra ortodoxo, nacionalista, miembro del partido Yisrael Beitenu —nuestra casa Israel— y quien ha exigido a los diferentes gobiernos judíos que aniquilen a sus enemigos, bombardeen a las naciones contrarias a Israel o lancen armas nucleares contra Gaza: “Nuestros soldados están haciendo bien el trabajo en Gaza, pero la solución no es la invasión, la solución es como la que EE.UU adoptó con Japón, sin ensuciarse las manos”, dijo Lieberman, refiriéndose al lanzamiento de la bomba atómica contra Japón.
Sobre los palestino, sus propuestas no son menos radicales: “Hay que ahogar a los palestinos en el Mar Muerto, que es el punto más bajo del planeta”.
Evidentemente, Estados Unidos está dispuesto a recurrir a cualquier método, maniobra o artificio para recuperar la supremacía mundial, ya sea mediante el desprestigio a sus adversarios, el derrocamiento de gobiernos, halagos, chantajes, fraudes electorales, utilización aliados e incluso las guerras. Esa potencia del mundo será responsable del retorno de los conflictos armados en Latinoamérica que cuidado podría revertirse en su contra y perjudicar directamente a Estados Unidos.
Fuente: www.elpueblopresidente.com
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