Heroico ejército ecuatoriano da cátedra al ejército traidor de Honduras

En un verdadero ejemplo de defensa de la soberanía e identidad con los intereses del pueblo, el ejército ecuatoriano ha sofocado el golpe de Estado en ese país, y en un operativo heroico rescataron al Presidente Rafael Correa del hospital donde miembros de la Policía lo mantuvieron secuestrado durante todo el día; a esta hora, el Presidente Correa se ha dirigido a su pueblo y le ha dicho que para los traidores "ni perdón ni olvido" y que los policías que actuaron en contra de la revolución ciudadana serán expulsados y pagarán el delito cometido.

Redacción Central/EL LIBERTADOR  21:09 horas

Tegucigalpa. Mientras que el traidor ejército hondureño se ha decantado asesinando y reprimiendo al pueblo opuesto al golpe de Estado, hace minutos, en Quito, Ecuador una fuerza élite del ejército, ha demostrado que se deben a su pueblo y no a a intereses de grupos económicos o a estrategias geopolíticas de Estados Unidos. Han dado cátedra de patriotismo y han enseñado a los militares hondureños el verdadero concepto y la acción del honor y la lealtad al pueblo que los alimenta y viste y, sobre todo, dieron muestra de Fuerzas Armadas inteligentes al evitar el retroceso de siglos al que los jerarcas nacionales enviaron a la ciudadanía hondureña. 

Le dieron su merecido a la Policía ecuatoriana y le enseñaron a respetar los valores patrios y la voluntad popular, los sometieron como se debía: por la fuerza de las armas, un buen ejemplo para los militares hondureños de que el armamento bélico no es para matar al pueblo indefenso, sino para protegerlo de los irresponsables que usan armas y en los que se ha creído están facultados para defender los sagrados intereses de la Patria.

El Presidente Rafael Correa, que estuvo secuestrado por la policía golpista, fue sacado de donde estuvo cautivo en medio de una lluvia de balas de grueso calibre, era la acción del ejército para neutralizar a los golpistas que por más de doce horas mantuvieron secuestrado a Correa, luego que esta mañana llegó a visitarlos para mediar con los insurrectos y frenar el intento de golpe de Estado, que según informes oficiales, fue ejecutado por policías que cayeron desde hace tiempo en las estrategias de corrupción impulsadas por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA). El golpe de Estado fracasó en Ecuador y el cielo de América está está noche brilla gracias a un ejército que con toda propiedad se le llamará digno en la historia.

Este ejemplo de verdadero civismo de los militares suramericanos, pone en ridículo a las fuerzas armadas hondureñas, y han demostrado que están al servicio del pueblo, no como el actual ejército que se entregó a los intereses de la oligarquía cuasi extranjera de Honduras, y que está verificado que sirve a Estado Unidos, por eso mata a mansalva a nuestros compatriotas que buscan el derecho a la igualdad social y económica, que la riqueza en Honduras no siga siendo el tesoro de diez familias mezquinas y antinacionales.

Correa ya se fue del palacio presidencial de Carondelet, después de hablarle a su amado pueblo y contarlo detalles del fallido golpe, ahí fue recibido con ovaciones, y ha dicho que los que perpetraron ese acto que contraviene la voluntad de los ecuatorianos "la pagarán caro", y ha agradecido a su pueblo y a su ejército valeroso el apoyo que recibió en las horas más difíciles que esa nación ha padecido. "Es un día triste", dijo.

Mientras tanto, en los alrededores de la plaza, la muchedumbre exaltada y enardecida exigió la eliminación de la Policía y ha rendido un tributo al heroico ejército ecuatoriano por haber cumplido la misión de rescatar al mandatario que durante estuvo retenido por los golpistas, en los alrededor del centro asistencial, miles y miles de ciudadanos no se despegaron jamás, aun cuando fueron reprimidos con gases picantes y lacrimógenos, un recuerdo desagradable para los hondureños en resistencia que desde hace más de un año son tratados con desprecio por la Policía y el Ejército.

Los cuerpos armados de Honduras lejos de mostrar un mínimo asomo de dignidad y gratitud, al final se conformaron con el trabajo de mandaderos moteados enemigos de la mayoría de hondureños, pero entendidos y obedientes lacayos del poder nacional y extranjero.    

Durante la comparecencia de Correa, manifestó que “incluso la vida debe arriesgarse por la defensa de los sagrados intereses del pueblo ecuatoriano”. Además dijo que no habrá amnistía para los que propiciaron el golpe de Estado que ha sido revertido con un éxito contundente.

Correa, con un tono de ira dijo que “policías me tiraron gas lacrimógeno en la cara, me llevaron al hospital de la policía, estuve secuestrado, con policías fuertemente armados, pero esos supuestos policías la tendrán que pagar”. 

“Las conspiraciones que hacen los vendepatrias, los traidores, ninguno de ellos ha leído la ley  por la que han traicionado su patria y han puesto en riesgo a sus hermanos”. Y continuaba diciendo en la alocución que “nos vamos a unir para vencer a los vendepatrias”.

Y culminó con una frase contundente "Hoy nos han intentado a retroceder siglos, no habrá perdón ni olvido". A esta hora, los países que conforman el Unasur ya analizan la suspensión de las cuerpos policiales y militares, porque se han convertido en el mayor peligro de la democracia latinoamericana y en el "Caballo de Troya" que Estados Unidos mantiene en nuestra región.

Fuente: ellibertador.hn