miércoles, 27 de enero de 2010

Porfirio Lobo juramentado como presidente sucesor del régimen de facto en Honduras


 Porfirio Lobo, electo en unas cuestionadas votaciones, es investido como presidente de Honduras. (Foto: teleSUR)
Porfirio Lobo, electo en unas cuestionadas votaciones, es investido como presidente de Honduras. (Foto: teleSUR)

El derechista Porfirio Lobo fue investido este miércoles como el nuevo presidente de Honduras, pese a estar esa nación bajo un quiebre constitucional por el golpe de Estado de junio 2009, en un acto en el estadio Nacional de Tegucigalpa.

En una ceremonia cargada de extremas medidas de seguridad y en la ausencia de los representantes de la mayoría de los países del continente, Lobo se convierte en el sucesor de Roberto Micheletti, gobernante de facto que se instaló en el poder tras el golpe de Estado contra el mandatario legítimo Manuel Zelaya.

Lobo reconoció en su discurso haberse posicionado en su cargo en medio de una crisis financiera, política y social, que se deriva de la salida de Zelaya del poder.

"Recibimos un país en una de las peores situaciones económicas más difícil de la historia", expresó en el encuentro.

Unos cinco mil 500 efectivos policiales y militares estuvieron en los alrededores del estadio Tiburcio Carías, donde Lobo recibió la banda presidencial en manos del recién designado presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández.

Sólo asistieron al acto los presidentes de Panamá, Ricardo Martinelli, de República Dominicana, Leonel Fernández, de Taiwán, Ma Ying-Jeou y el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos.

Una moderada cantidad de personas acudió al estadio para presenciar el acto, según reportó vía telefónica la reportera permanente de teleSUR, Regina Osorio.

El resto de los países no enviaron representantes para presenciar la investidura del presidente ilegítimamente electo en los comicios del pasado 29 de noviembre.

Según Osorio, al interrogar al público asistente pudo constatar que existe mucha preocupación ante la posibilidad de que aumente el desempleo y inestabilidad política generada desde el golpe de Estado.

El nuevo presidente de facto consideró que uno de los problemas latentes que vive esta nación centroamericana está en el área de la salud, por lo que prometió que su Gobierno atenderá prioritariamente a este sector.

"Es tiempo de que los hospitales proporcionen al pueblo los servicios que necesita (...) la desnutrición ataca a los pobres y desprotegidos (...) la salud del pueblo tiene que cambiar" manifestó el mandatario, además estimó que al menos dos mil millones de dólares son necesarios para dotar a todos los centros asistenciales del país.

"Con dos mil millones de dólares podríamos comprar todas las medicinas para todos los hospitales públicos, esos dos mil millones son una cifra enorme, la falta de esta ayuda provocó más pobreza, más desigualdad y desempleo en el país", dijo.

El Bono 10 mil es una de las propuestas promovidas por Lobo que consiste en entregarle a las familias de bajos recursos diez mil lempiras anuales (unos 528 dólares).

"El bono 10 mil llegará a las familias más pobres y se comenzará a aplicar de inmediato" afirmó.

Lobo fue el ganador de unos cuestionados comicios marcados por una abstención del 60 por ciento, y en los cuales derrotó al candidato del Partido Liberal, Elvin Ernesto Santos.

La investidura se hace el mismo día en el que se prepara la salida del mandatario constitucional, Manuel Zelaya, de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, tras 4 meses alojado.

Zelaya viajará a República Dominicana luego que sea firmado por Lobo un salvoconducto. En el país caribeño se recibirá al mandatario como "huésped ilustre" y se presume que pueda terminar en México.

Fuente: teleSUR-/-dag -PR
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