La Habana.-Encabezada por el mandatario Raúl Castro y con las banderas a media asta, Cuba dio inicio el domingo a un duelo nacional por la muerte del comandante de la revolución y vicepresidente Juan Almeida Bosque.
El presidente Castro abrió la ceremonia en recuerdo de Almeida, quien además fue uno de sus amigos personales y cercano colaborador por décadas y que falleció el viernes de un paro cardiorespiratorio a los 82 años de edad. Las banderas fueron colocadas a media asta.
En la Plaza de la Revolución, en el memorial a José Martí, se montó una enorme fotografía de Almeida perfectamente enmarcada y debajo de la cual se colocó una tarima roja con las medallas del fallecido. Estaban instaladas un par de ofrendas florales a nombre de Castro y su hermano, el ex gobernante, Fidel Castro.
Se informó que el deseo del extinto fue que su cuerpo no se expusiera.
A las 8 de la mañana hora local, Raúl Castro vestido de uniforme verde olivo inició el homenaje junto a un nieto del comandante revolucionario muerto el viernes por la noche y a una mujer, ambos vestidos de blanco y con lágrimas en los ojos.
Tras la presentación de armas por parte de una guardia del Batallón de Ceremonias, Castro avanzó hacia la fotografía de Almeida y depositó junto a ella una rosa rosada, pero sin decir una palabra. La prensa extranjera no tuvo acceso a este momento del duelo.
Los otros dos comandantes de la revolución Ramiro Valdés y Guillermo García también se encontraban presentes.
De esta manera comenzó un desfile popular y de las principales figuras del Partido Comunista y del Gobierno frente a la fotografía de Almeida.
La televisión cubana realizó una transmisión del inicio de la ceremonia de duelo, mientras dio pasos a otras capitales de provincia donde la escena se repitió en diferentes lugares establecidos para tal fin.
"Fue proverbial su sencillez", comentó Raúl González, uno colaborador del dirigente, en declaraciones a la televisión cubana que transmitió desde Holguín. Según González era un jefe que combinaba su carácter afable con la exigencia.
Nacido en La Habana el 17 de febrero de 1927, se incorporó a la lucha rebelde al conocer en marzo de 1952 en la Universidad de La Habana a un alumno de la facultad de derecho y quien cambiaría su destino: Fidel Castro.
Un año después, en julio de 1953, Almeida se integraría el centenar de jóvenes que encabezados por Castro asaltó el cuartel Moncada en Santiago de Cuba, al oriente de la isla, el detonante para el inicio de la lucha contra la dictadura de Batista.
Desde entonces cumplió cárcel, se exilió en México y luego fue a la Sierra Maestra de guerrillero.
"Almeida vivirá siempre entre nosotros", dijo a periodistas por su parte el líder parlamentario Ricardo Alarcón, cuando se enteró la noticia el sábado.
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