.
España no enviará ningún observador a las elecciones presidenciales de Honduras el próximo día 29 al considerar que dicha cita "no es aceptable" en las actuales circunstancias después de que no se haya devuelto el poder al derrocado presidente, Manuel Zelaya.
El Ministerio de Asuntos Exteriores considera que España "no puede avalar" estos comicios con la presencia de observadores cuando "hoy por hoy, no tienen garantías" de que se celebren en el marco del orden constitucional, han informado a Efe fuentes de este departamento.
El Gobierno se mantiene firme en su apoyo a Zelaya y en su oposición a las decisiones decretadas por el presidente de facto, Roberto Micheletti.
Aunque considera que "hay tiempo para que se pueda llegar a un acuerdo" antes de la cita con las urnas, "la actual tesitura hace que difícilmente se pueda reconocer el resultado electoral", añaden las fuentes.
El Ejecutivo exige el cumplimiento de los acuerdos entre Zelaya y Micheletti para que observadores internacionales supervisen el buen desarrollo del proceso electoral.
La Organización de Estados Americanos (OEA) tampoco formará parte de la misión de observación, compuesta por al menos 250 miembros, entre ellos varios ex presidentes latinoamericanos, como el mexicano Vicente Fox o el peruano Alejandro Toledo.
España mantiene abierta su Embajada en Tegucigalpa, aunque el embajador, Ignacio Rupérez, sigue en El Salvador a la espera de que las autoridades hondureñas le permitan regresar tras su marcha del país el pasado 3 de julio.
Frente a la postura del Gobierno, el PP sí considera que las elecciones en Honduras son la solución para recuperar la normalidad en el país centroamericano, como apoya Estados Unidos.
A falta de una semana para la cita electoral, Micheletti ha anunciado su intención de dejar el poder esta semana por unos días, hasta el próximo 2 de diciembre, cuando el Congreso hondureño debatirá si se restituye o no a Zelaya.
Esta decisión del Parlamento es uno de los puntos recogidos en el Acuerdo de San José-Tegucigalpa del 30 de octubre, que Zelaya considera ya sin valor por no haberse cumplido el compromiso de formar un gobierno de unidad y reconciliación.
El presidente derrocado sigue refugiado en la Embajada brasileña desde el 21 de septiembre, adonde llegó tras huir del país después del golpe de estado del pasado 28 de junio.
Las elecciones en Honduras serán las octavas desde que se reinstauró la democracia en 1980, después de casi dos décadas de regímenes militares.
Fuente: www.larazon.es
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario