Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA
La necesidad de esclarecer las violaciones a los derechos humanos durante el golpe y de romper el círculo de impunidad en Honduras, así como la amenaza que representa esa ruptura constitucional para América Latina y el papel que ha jugado Estados Unidos en este contexto, son algunos de los temas tratados por el Premio Nobel de la Paz y representante de la Comisión de Verdad (CdV), Adolfo Pérez Esquivel, en entrevista brindada a Sirel durante su estadía en Honduras.
-Yo soy un sobreviviente de la dictadura y sé que un golpe de Estado siempre trae como consecuencia la violación a los derechos humanos. Acepté integrar esta Comisión porque es una instancia impulsada por organismos de derechos humanos y por la sociedad. Ya no podemos aceptar ningún golpe de Estado en América Latina y necesitamos trabajar para el fortalecimiento de la democracia y la vigencia de los derechos humanos como valor indivisible.
-¿Qué pensó al enterarse del golpe de Honduras?
-Que el mecanismo de dominación continúa y que ese nuevo atropello contra la democracia afectaría a todo el continente latinoamericano. Los cambios en los países deben elegirlos los pueblos y no las fuerzas del poder con el consentimiento de los Estados Unidos.
-¿Qué opinión tiene acerca de la participación de Estados Unidos en el golpe en Honduras?
-La historia demuestra que Estados Unidos siempre propició golpes de Estado para controlar a los países y defender sus intereses. No se pueden dar golpes en América Latina sin el consentimiento del gobierno estadounidense.
Veamos lo que ocurrió con los intentos de golpe en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Preguntémonos por qué Estados Unidos está instalando bases militares en toda América Latina. Por qué sigue intentando imponer dictaduras, mientras que lo que necesitamos son recursos para el desarrollo de los pueblos y no proyectos de muerte y sometimiento.
-¿Qué percepción hay de la situación de Honduras en el resto del continente?
-Tengo más de 40 años de estar trabajando en toda América Latina y lo que ocurre hoy en Honduras, nos afecta a todos y todas, poniendo en una situación de inestabilidad la vida y los derechos de los pueblos. No es nada nuevo. Ya lo vivimos en todo el continente y el resultado es siempre represión, dolor, falta de libertades, muerte y los recursos de los pueblos sometidos a los grandes poderes. Ya no podemos permitirlo.
-¿Qué mecanismos debemos adoptar para evitar que esta historia se repita?
-La unidad de las naciones y de los pueblos es la verdadera solución. Tenemos el ejemplo muy reciente de Ecuador. La unidad de UNASUR y la reacción de los pueblos contribuyeron a que no se llevara a cabo el golpe.
No queremos más gobiernos impuestos. Queremos elegir. Es por eso que estamos acá, acompañando la Comisión de Verdad, viendo cómo a nivel internacional se maneja el tema de Honduras, reclamando a Estados Unidos que respete el derecho de los pueblos a su autodeterminación.
-¿Qué opina del Premio Nobel de la Paz a Barack Obama?
-Yo le mandé una carta a Obama y le dije que estaba sorprendido por este Premio, pero que ahora debía ser coherente en construir la paz. Definitivamente que no lo ha sido.
-Su país, Argentina, sufrió una brutal dictadura y su pueblo esperó casi 30 años para ver sus verdugos en la cárcel. ¿Qué consejo le daría al pueblo hondureño que exige justicia?
-No hay que permitir la impunidad jurídica, porque sobre la impunidad no se puede construir una democracia. Hay que seguir trabajando e insistiendo, para que aquellos que cometieron delitos sean juzgados. Es un derecho del pueblo.
-El régimen hondureño ha impulsado una Comisión de la Verdad y la Reconciliación. ¿Qué credibilidad tiene para usted?
-La reconciliación no es algo vacío. No puede haber reconciliación si no se basa en la verdad, la justicia, la reparación a las víctimas, y si no hay arrepentimiento de quienes cometieron los delitos. No es este el caso de la Comisión del gobierno.
-Porfirio Lobo y Barack Obama coincidieron en decir que ya no debemos mirar al pasado, sino al futuro para seguir adelante.
-Es algo inmoral, porque justificaría los crímenes cometidos. ¿Qué pasa con las víctimas, con las familias? ¿Acaso debemos olvidarlas, enterrarlas? Hay algo importante que es la memoria. No para quedarnos en el pasado, sino para que nos ilumine el presente, para generar y construir vida. Los pueblos que dicen que no hay que mirar para atrás vuelven a repetir las mismas barbaridades, la misma situación de injusticia.
-Cuál es la importancia para Honduras de una Comisión de Verdad que quiere investigar las causas estructurales del golpe y señalar los responsables?
-No se puede ocultar la verdad, ni limpiarle la imagen al gobierno. La CdV quiere llegar a esa verdad, evidenciando a los culpables para llevarlos ante la justicia nacional e internacional. Es la única forma para que no vuelva a ocurrir nunca más.
Fuentes: Rel-UITA, Los Necios.
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