El presidente depuesto dijo que si Washington se pone firme él regresa al gobierno “en cinco minutos”.
Lima. Perú. AFP.- El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó ayer miércoles que con apoyo del mandatario estadounidense Barack Obama se “tardaría cinco minutos” en darle vuelta al golpe de Estado en su país, durante una visita a Perú en donde fue recibido con “honores restringidos”.
“La solución para un problema interno de Honduras con el gobierno legítimo que yo represento y el gobierno legítimo del presidente Obama tardaría cinco minutos en encontrar medidas que realmente le dieran vuelta a este golpe de Estado”, dijo Zelaya tras reunirse con el presidente peruano, Alan García. El derrocado mandatario reconoció que Obama y su secretaria de Estado, Hillary Clinton, “no tuvieron absolutamente que ver en la planificación del golpe de Estado”. Pero de inmediato agregó: “Digo con respeto que las medidas que hasta este momento se han tomado (por EEUU) han sido tibias, de manos suaves contra los golpistas”.
Zelaya, con su habitual sombrero blanco de ganadero, reiteró que su regreso a Honduras “es inminente” y que nunca podrá renunciar a ello.
“No puedo renunciar a eso, no puedo vivir desterrado. No tengo en Honduras ni un solo proceso, ninguna sentencia, ningún juicio en toda mi vida. Los únicos juicios que se han establecido son después del golpe de Estado”, precisó. Zelaya declaró que llegó a Lima invitado por García, con quien conversó durante hora y media en el Palacio de Gobierno tras ser recibido con honores militares restringidos, como aclaró el canciller local José Antonio García Belaunde. La visita de Zelaya fue calificada como “de trabajo” por el canciller, quien dijo que “todos los países gradúan las visitas, y no siempre se otorgan los mismos honores ni preeminencias”. En otros países, como México o Chile la presencia de Zelaya fue saludada como de jefe de Estado.
Para Belaunde, en Honduras “hubo una crisis institucional en la medida en que la Corte Suprema y el Tribunal Electoral no aceptaron la llamada cuarta urna, que pretendía servir al señor Zelaya como una suerte de encuesta para reformar la Constitución y prolongar mandatos”.
Por su parte el presidente peruano dijo que “respaldamos los gobiernos democráticos y los acuerdos de la OEA, así como el plan que el presidente Arias (por el presidente costarricense Óscar Arias) ha presentado, pero, evidentemente, que esto tenga resultados pronto”.
Fuente: www.lanacion.com.py