“Dicen que él la mató porque ella ya le había dicho que no quería andar con él, él la maltrataba, pero ella no nos decía nada a nosotros, hubo testigos que lo vieron cuando la mató, pero la policía todavía no lo ha agarrado... ella era una hija excelente”, comenta entre suspiros, Gladys Castro, madre de Yinia Leonor Martínez, quien fue asesinada por su ex-pareja a inicios de este año. Una vida, un sueño truncado
Además de una madre desconsolada, la víctima deja dos hijos huérfanos, uno de diez años y otro de apenas cuatro años. Yinia, originaria de Tegucigalpa, también formaba parte del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, organización que se pronunció públicamente al respecto, “nos encontramos este día con un dolor profundo por cientos de mujeres asesinadas producto de la violencia doméstica que vivimos millones de mujeres en el mundo, una de ellas fue Yinia Leonor Martínez, cuyo espíritu marcha con nosotras este día para decirnos que no debemos claudicar en nuestro empeño de erradicar la violencia de la vida de las mujeres, que la impunidad potencia la violencia y autoriza otros asesinatos de mujeres”.
A pesar del esfuerzo por parte de las “Chonas” para que el asesinato de esta joven de 33 años no quede impune, su victimario, quien tiene nombre y apellido, camina -según los vecinos que presenciaron el crimen-, líbremente por la colonia Villa Nueva. Como lo denuncia su madre, la policía no ha hecho nada al respecto.
“Yinia Leonor fue asesinada por el hecho de ser mujer, es un caso representativo de la criminalidad femicida que sucede a diario en Honduras y todo ocurre sin que las autoridades hagan algo al respecto; durante el año pasado, unas 425 mujeres fueron asesinadas y aproximadamente sólo el 3% de los casos se encuentran correctamente investigados”, comenta con preocupación Gladys Lanza, coordinadora de “Visitación Padilla”.
Del machismo al asesinato de mujeres
La violencia contra las mujeres es el contexto en el que se dan los femicidios en Honduras. Según datos de la Fiscalía de la Mujer cada año se registran aproximadamente 16,000 denuncias de violencia contra las mujeres, cifra que debería ser una señal de alerta de la alta incidencia de la problemática en la vida de las mujeres, aún más si se toma en cuenta que la mayoría de casos no se denuncian por falta de conocimiento de las mujeres sobre sus derechos y las leyes, falta de instancias en las comunidades rurales, barreras tangibles para las mujeres asociados a la pobreza y marginación, entre otras.
Asesinatos contra las mujeres aumentaron en un 160% en los últimos años... y el Estado ausente. |
No bastarían todas las páginas de un medio para nombrar los casos de las mujeres que han sido asesinadas en Honduras durante la presente década, cifra que asciende a más de 1,300 femicidios en los últimos 6 años, de los cuales sólo 54 han sido judicializadas.
La investigadora Jéssica Sánchez enfatiza en la tipología de estos asesinatos, “se entiende por femicidio el hecho de la muerte intencional por violencia de género hacia las mujeres, incluyendo aquí tanto las muertes perpetradas por sus maridos o ex-maridos, compañeros o ex-compañeros, en una relación de pareja incluyendo el noviazgo, así como aquellos perpetrados por terceros o desconocidos”.
Por otra parte, el incremento general de los homicidios en los últimos años es un hecho, pero resalta que los crímenes hacia las mujeres crecen con más rapidez: entre 2003 y 2007, el número de asesinatos de hombres aumentó 50%, mientras que el de las mujeres se incrementó 160% en el mismo período.
¿Por qué están matando a tantas mujeres? se le consultó a Dalila Aguilar, socia de la Coordinadora de Mujeres Campesinas de la Paz (COMUCAP), “son asesinadas por el hecho de ser mujeres, por el sentido de cómo nos ve el hombre a nosotras, por la cultura machista y patriarcal. Muchas veces son asesinadas por el involucramiento de sus esposos en el crimen organizado o en el tráfico de drogas, y ellas pagan los platos rotos.
Pero el Estado no investiga a los responsables y la impunidad permite el aumento de estos asesinatos”, responde. Según el Informe Preliminar: Femicidios en Honduras, desarrollado por Oxfam Internacional, la población más afectada en el caso de Honduras son mujeres jóvenes entre 16 y 30 años.
El estudio también cita a Ana Carcedo, investigadora y coordinadora de la Red de Violencia Centroamericana, quien señala que los principales perpetradores de femicidios en la región siguen siendo las parejas o ex-parejas (40.9%), seguidas de maras (12%) y familiares en un 7.8%; mientras en un 9.4% de los asesinatos fueron consecuencias de ataques sexuales.
Dada la violencia sexual predominante dentro del sistema patriarcal, no es de extrañar que el 10 por ciento de las víctimas de femicidios hayan sido violadas antes de ser asesinadas, sin embargo en vista de las deficiencias del proceso de investigación y la incompetencia de las autoridades públicas en el país, es probable que la relación entre los femicidios y la violencia sexual sea mayor.
Un Estado que permite el asesinato de las mujeres hondureñas
A pesar de que el Gobierno no se refiera a ello, Honduras ocupa el segundo lugar en Centroamerica, despues de Guatemala, en asesinato de mujeres, según informó la Coordinadora de Estrategias de Comunicacion e Informacion de la Mujer (CIMAC) de Mexico. La media internacional de muertes violentas de mujeres al año por cada millón de mujeres es de 19, los femicidios en Honduras sobrepasa el doble de este promedio.
Cabe asegurar que el gobierno no está haciendo nada para frenar esta ola de violencia contra las mujeres. Para el caso, en el Plan de Nación (2010-2022), aprobado en enero por el Congreso Nacional, el término de “femicidios” no aparece en ningún párrafo. El fenómeno de la violencia contra las mujeres y los femicidios está totalmente invisibilizado en este documento de casi doscientas páginas, a tal grado que ni se mencionan.
Las reacciones del Estado frente a esta problemática inclusive son irrisorias e indignantes, para el caso, Francisco Murillo López, titular de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), considera “normal” tantas muertes de mujeres, “por ejemplo, hoy en día podemos ver mujeres manejando taxi, un camión y ahí es donde vemos que está cambiando la cultura social hondureña, y por lo tanto es normal la muerte de mujeres”, declaró Murillo López el pasado 10 de marzo a un rotativo.
Agregó que, “debemos entender que hay varias razones del porqué se han incrementado las muertes de mujeres en forma violenta, y en primer lugar está la equidad de género, donde la mujer está participando en nuevos roles, competencias que antes eran propias de los hombres”.
Por otra parte, es pertinente vincular el efecto negativo del golpe de Estado en la ocurrencia de femicidios y violaciones de derechos humanos contra las mujeres. A partir de junio de 2009, se registró un aumento de los asesinatos en contra de mujeres en el país; por ejemplo sólo en julio se contabilizaron 51 femicidios (durante los meses anteriores hubo un promedio de 31 mujeres asesinadas).
Femicidio es el hecho de la muerte intencional por violencia de género hacia las mujeres, incluyendo aquí tanto las muertes perpetradas por sus maridos o ex-maridos, compañeros o ex-compañeros, en una relación de pareja incluyendo el noviazgo, así como aquellos perpetrados por terceros o desconocidos |
Inicia Campaña Nacional Contra los Femicidios
La realidad es innegable y por más que lo desee el Gobierno, imposible de invisibilizar: cada día las cifras de violencia contra las mujeres ascienden y más de un femicidio por día se comete en contra de las mujeres hondureñas. Es por ello que ante el incremento de este fenómeno, el manejo sensacionalista de los medios de prensa y la ausencia de respuesta del Estado para investigar adecuadamente los casos de muerte violenta de mujeres y judicializar a los culpables, ocho organizaciones y redes de mujeres con un extenso trabajo frente a la violencia contra las mujeres, decidieron conjuntarse en un esfuerzo colectivo para formar la “Tribuna de Mujeres Contra los Femicidios” e impulsaron la “Campaña Nacional Contra los Femicidios”.
“La Campaña pretende contribuir a la disminución del índice de violencia contra las mujeres y los femicidios en Honduras, queremos dejar en evidencia la impunidad que prevalece y la urgente necesidad de que el Estado imparta justicia ante los culpables de estos crímenes”, comenta Dulce Ulloa, representante de la Organización Intibucana de Mujeres ”Las Hormigas” , entidad integrante de la Campaña.
Maritza Paredes, miembra del Foro de Mujeres por la Vida (FOMUVI), expresa que los cambios que se demandan a través de la Campaña no son superficiales, “ya que los femicidios tienen que ver con cuestiones políticas, exigimos cambios estructurales, de actitud y pensamiento en relación a la problemática de la mujer. Tenemos que pensar en las víctimas como personas, no como números o estadísticas. Tenemos que rescatar a la persona. Reconocer los femicidios es pensar en esas vidas truncadas, es la vida de todas las mujeres hondureñas la que está en juego, los femicidios limitan el desarrollo, la democracia y la paz de los paises. Esto no es asunto solo de las familias, o mujeres, es asunto de país, el Estado debe actuar al respecto”.
Frente a este Estado, incapaz de ver a las mujeres como personas con iguales derechos, ejercer justicia y brindar seguridad a las mujeres, las organizaciones que conforman la Tribuna de Mujeres Contra los Femicidios expresan que estos crímenes son prevenibles, erradicables y condenables, pero hacerlo requiere voluntad política.
Como dicta el documento de posición de la Campaña, “las sobrevivientes y familiares de las víctimas siguen preguntando, ¿Cuándo? ¿Cuándo tendré respuestas? ¿Cuándo sabré qué le pasó a mi hermana, a mi abuela, madre, esposa, a mi hija? ¿Cuándo me dirán quiénes son los culpables? Necesitamos que estas voces sean oídas, pero más que eso, necesitamos respuestas. Respuestas para poder hacer algo, respuestas para sacarlas del anonimato, respuestas para sus vidas truncadas, respuestas para ellas”.
Mientras tanto, doña Gladys Castro, como muchas otras mujeres y organizaciones, seguirán demandando al Estado para que se comprometa verdaderamente con acciones y recursos para hacer frente a la violencia contra las mujeres y los femicidios, para que el asesinato de su hija, como el de tantas otras, no quede impune.
Fuente: Revistazo.com