Red Morazánica de Información
Tegucigalpa 15 de diciembre de 2010.
Centenares de campesinos y campesinas que mantenían tomada la carretera que conduce al municipio de Trujillo, en la zona del Valle del Bajo Aguán, desalojaron la vía de comunicación, ante la llegada de más de mil policías y militares, apertrechados con armamento de guerra según denuncias transmitidas por varios medios de comunicación.
Los diferentes grupos campesinos que mantenían la toma pacifica de la carretera, han optado por dejarla ante el cerco militar que mantienen centenares de militares y policías, junto con guardias privados de los terratenientes.
La protesta cumplía 11 días, en reclamo por la devolución de sus tierras y por la militarización de la zona.
Helicópteros, vehículos armados con ametralladoras y tanquetas antidisturbios, han sido parte del gran despliegue militar policial a la zona donde campesinos exigen se desmilitarice el departamento y les sean devueltas la tierras que les pertenecen.
En la ultima semana de noviembre el sucesor de facto en la presidencia de la república, Porfirio Lobo Sosa, difundió en un Consejo de Ministros, que “informes de inteligencia que establecen que en el sector circulan unas mil AK-47 y otro número de fusiles M-16 que estarían en manos de grupos que han sido entrenados en la lucha armada en el exterior del país”.
Tres semanas después del gran despliegue militar policial, no han presentado ante la opinión pública ni una sola de las supuestas armas que circulan en el lugar.
Como no han podido encontrar las armas de alto poder, los militares se han dedicado a quitarle las herramientas de trabajo a los trabajadores, los machetes y azadones que utilizan para hacer su trabajo, según denuncias de los campesinos.
Wilfredo Paz en comunicación con Radio Globo, denunció en horas de la mañana que ya se reportan los primeros detenidos en la zona, al parecer se trata de un grupo de campesinos que se encontraban dentro de un autobús, propiedad de la Cooperativa Campesina Marañones
De acuerdo con la denuncia el autobús ha sido secuestrado por guardias de Miguel Facusse y Rene Morales, quienes se llevaron custodiado el autobús con vehículos sin placas y hombres encapuchados.
Al esta hora la comunidad Guadalupe Carney se encuentra invadida por centenares de policías y militares, que exhiben armamento de grueso calibre para aterrorizar a la población.
Hasta el momento se reportan cuatro personas desaparecidas, secuestradas supuestamente por miembros del ejército, después de la invasión a la comunidad Guadalupe Carney, en horas de la mañana de hoy, por centenares de militares y policías enviados por el gobierno de Porfirio Lobo.
Según el ex rector universitario y defensor de los derechos humanos Juan Almendares Bonilla, quién ha clamado por la vida de los campesinos, se trata de Yanira Mercado, Eduviges Villafranca, Selvin Pérez y Omar Rodrigues Paz, de la empresa campesina Paso Aguan, en la comunidad de Rigores. A los desaparecidos se les ha se ha buscado en las postas policiales y no aparecen.
Población de Zacate Grande también recibe embestida
El Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh),informó este miércoles que, pasados unos minutos de la una de la tarde, fueron detenidas seis personas en El Coyolito, en Amapala, departamento de Valle, entre ellas, tres comunicadoras de la radio comunitaria, La Voz de Zacate Grande.
No se explicaron las causas supuestas de la detención, pero ésta ocurrió “mientras miembros de la Policía desalojaban, de un bien inmueble, a una persona”, comunicó el presidente del Codeh, Andrés Pavón.
Una de las personas que fueron arrestadas es la periodista de La Voz de Zacate Grande, Elva Rubio, quien también es integrante activa del Codeh municipal de esa comunidad y se encontraba en el lugar del desalojo en su condición de delegada del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos.
Junto con Rubio, también fueron detenidas por la Policía, Suyapa Flores y Elia Hernández, ambas comunicadoras de La Voz de Zacate Grande. Además de José Mauricio Cruz Flores, persona que sólo pasaba por el lugar de los hechos.
La denuncia de los abusos en la zona de Zacate Grande, ha sido confirmada por El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras COPINH.
Según el COPINH, de las agresiones en Amapala también es responsable la transnacional bancaria HSBC, quien habría puesto sus guardias de seguridad para perseguir a los campesinos.