lunes, 10 de mayo de 2010

Reflexiones y aportes sobre El Bien Pensar y el Mal Pensar

Por los momentos que estamos viviendo en Honduras y el protagonismo requerido en la diversidad de situaciones que se nos presentan ahora y hacia el futuro, he logrado rescatar de la obra El Método en seis tomos de Edgard Morín, algunas ideas claves para la orientación de las acciones actuales y futuras, tomando en consideración algunas de estas proposiciones válidas, pero que son susceptibles de mayor afinamiento en cuanto a lo que se considera como el bien pensar y el mal pensar:

El Bien Pensar

• Liga, religa y destabica los conocimientos compartimentados.
• Se aleja del conocimiento disciplinario mutilador del conocimiento y busca un acercamiento y trascendencia que va de lo interdisciplinario hacia lo transdiciplinario y hacia una Ciencia Posnormal o ciencia con la gente.
• Busca afinar los instrumentos y métodos para abordar la complejidad de la vida real, sin aislar las partes y el todo. Aborda la unidad en la diversidad y la diversidad de la unidad.
• Parte de un abordaje que busca distinguir, ligar y religar las partes y el todo entre sí y con el contexto.
• Reconoce la multiplicidad en la unidad y la unidad en la diversidad de la realidad.
• Permite y tiene previsto el analizar la ecología multidimensional en que tienen lugar las acciones.
• No se olvida de la urgencia de lo esencial
• Integra el cálculo entre sus medios de conocimiento.
• Concibe una racionalidad abierta.
• Reconoce y afronta incertidumbres y contradicciones.
• Concibe la dialógica que integra y supera la lógica clásica.
• Concibe la autonomía, el individuo, la noción de sujeto, la conciencia humana.
• Efectúa diagnósticos teniendo en cuenta el contexto y la relación local y global.
• Se esfuerza por concebir las solidaridades entre los elementos de un todo, y por ello tiende a suscitar una conciencia de responsabilidad; incita pues a volver a las fuentes de la ética y a regenerarla.
• Reconoce las potencialidades de la ceguera o de la ilusión de la mente humana, lo que lo conduce a luchar contra las deformaciones de la memoria, los olvidos selectivos, la Self-deception, la auto justificación, la ceguera.
Reconoce que todo lo que no se regenera degenera.

El Mal Pensar

• Parcela, tabica y descontextualiza los conocimientos.
• Se encierra en disciplinas especializadas y tiene a ignorar los contextos.
• Se limita a ver la unidad o la diversidad.
• Busca simplificar y reducir el conocimiento aislado de los fenómenos presentes desconociendo la dinámica de una realidad diversa y cambiante.
• Ignora la relación recursiva entre el pasado/Presente/futuro.
• No ve más que lo inmediato. Olvida el pasado, no ve más que un futuro a corto plazo.
• Pierde lo esencial por lo urgente y se olvida de la urgencia de lo esencial.
• Privilegia lo cuantificable y elimina lo que el cálculo ignora: (la vida, la emoción, la pasión, la desgracia, la felicidad).
• Extiende la lógica determinista y mecanicista de la maquina artificial a la vida social. Es decir elimina lo que escapa a una racionalidad cerrada.
• Rechaza las ambigüedades y contradicciones como errores de pensamiento.
• Obedece al paradigma de simplificación que impone el principio de la disyunción o/y el principio de la reducción para conocer, e impide concebir los vínculos de un conocimiento con su contexto y con el conjunto del que forma parte.
• Es ciego para con el sujeto individual y la conciencia, lo que atrofia el conocimiento e ignora la moral.
• Aísla y se especializa en el conocimiento de elementos y a veces partes muy específicas de la realidad, sin preocuparse por el contexto en que están insertas.
• Mutila la comprensión y dificulta las aproximaciones al conocimiento de la realidad en su contexto y de sus actores en el tiempo y en el espacio.
• Excluye la comprensión humana.
• Se aferra a lo estático y se resiste a la evolución y a los cambios.

Considerando que la parcelización, la compartimentación, la atomización del saber hacen incapaz de concebir un todo cuyos elementos son solidarios, y por ello tienen a atrofiar el conocimiento de las solidaridades y de la conciencia de la solidaridad. Encierran al individuo en un sector tabicado y por ello tienen a circunscribir estrechamente su responsabilidad, por tanto a atrofiar su conciencia de responsabilidad. Así, el mal pensar roe a la ética en sus fuentes: solidaridad/responsabilidad. La incapacidad de ver el todo, de religarse al todo desolidariza e irresponsabiliza.

Todo conocimiento (y conciencia) que no pueda concebir la individualidad, la subjetividad, que no pueda incluir al observador en su observación, es imperfecto para pensar todos los problemas, sobre todo los problemas éticos. Puede ser eficaz para la dominación de los objetos materiales, el control de las energías y las manipulaciones de lo viviente. Pero se ha vuelto en una amenaza para el futuro humano. (9-5-2010).

Fuente: Vos el soberano




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