martes, 29 de diciembre de 2009

Manuel Zelaya: Presidente sin precedentes

Joaquín Baldemar Alvarado
La anterior es una afirmación, no es simplemente el título de este escrito, es tan cierto como el hecho que ningún Presidente de la historia de Honduras, de Centroamérica y de América Latina, ha recibido todo el apoyo, el afecto, la solidaridad y la admiración de la comunidad mundial, como lo ha logrado Manuel Zelaya Rosales, presidente legítimo de Honduras, le duela a quién le duela, lo demás no alcanza siquiera, categoría de legalidad constitucionalidad, mucho menos respeto y admiración, dicho de otra manera, todo lo que traten de elevar y significar alrededor de los golpistas es bazofia, o sea cosa sucia, desechos en mal estado.

Y es que en la historia patria, desde la época de nuestros próceres, el abanderamiento de los intereses populares era solamente expresiones vacías, sin substancia ni doctrina alguna, se decían las cosas por decirlas y no por hacerlas, así desfilaron por la historia nacional presidentes que a su paso por la presidencia quizá lo que dejaron fue su humor, entendido como el olor que al sudar se expele del cuerpo.

En la historia reciente hubo rutilantes presidentes demagogos, uno que otro ilustrado, otros rurales y tontos como el creador de la Virgen del Pasaporte, practicante de la magia negra y otras tonterías más, también los ha habido uniformados que han sido dignos personajes de la mofa popular, por borrachos, corruptos y folklóricos. En esta cuenta no podemos dejar de considerar al gobierno que fue calificado por Jesse Helms, Congresista Republicano, como el presidente más corrupto de su época, sus publicistas lo bautizaron como la nueva energía.

También se han colado los árabe-hondureños, el último que hemos tenido es de fabricación gringa, pasó por la Escuela Americana, Baton Rouge y otros filtros capitalistas dignos de su formación entreguista y fenicia, de éste se puede decir que es la “genialidad hecha hombre” para algunos de sus conserjes metidos a políticos. Hemos tenido una gama de presidentes cuyos matices pueden ser modelo de inspiración para Chagall, el maestro de la pintura del contraste. O sea presidentes chagaleanos.

Tal como ha sido nuestra historia contratante de un período a otro, así han sido los personajes que hemos tenido que soportar cada cuatro años en la presidencia, a excepción de OLA que se voló 12 años sin contar con los seis más (18 años) de 4 de sus compañeros de armas, Melgar, Polo, Mingo y Amílcar, este último salpicado por crímenes de lesa humanidad.

También hemos tenido uno que otro presidente extranjero, uno liberal y el otro cachureco, el primero ibérico y el segundo panameño. Del primero podemos decir la frase de Dn. Medardo Mejía, “Nadie sabe si fue bueno o malo” y del segundo sus hechos demuestran su tendencia mercantil bancaria porque lo primero que hizo fue devaluar la moneda, haciendo operaciones en compra de dólares junto a sus amigotes, haciendo un negocio redondo anticipado a la devaluación, con esa operación bautizó su administración, de ahí en adelante; imagínese amable lector, qué otros experimentados y maduros negocios habrá hecho el hombre que hasta Malasia fue a parar.

En Honduras todos nos conocemos, por consecuencia todos sabemos cuál fue la condición económico social de Manuel Zelaya antes de ser Presidente, lo cual tiene relativa importancia y como se trata de valorar los actos públicos, es decir los negocios públicos, en los que tenemos derecho a opinar todos los que contribuimos al erario nacional, ya sea tributando o generando riqueza a través de obligaciones fiscales, etc. Por tal razón tenemos todo el derecho a ejercer la vindicta popular, que es parte del castigo de los delitos cometidos al pueblo.

En el caso de Manuel Zelaya, hay una confabulación siniestra de los sectores golpistas para hacerle más daño, no basta haber asaltado su casa, no basta haberlo agredido en sus derechos constitucionales, no basta haberlo extrañado del país, tampoco bastan las agresiones sicológicas y las acciones antihumanas que se han ejercido durante su encierro, como es el hecho de que los perros pasen revisión a su comida, no es suficiente el dolor causado a su familia, que a muchos de sus enemigos extendieron su mano generosa. En esto nos reconforta la fortaleza demostrada por el Presidente y su familia, por el pueblo que lo quiere, que ha estado presente en el minuto y las horas necesarias para defenderlo.

De su gobierno podemos decir que las primeras medidas tomadas en materia económica, aún nos favorecen como fue el cambio de fórmula de los combustibles, nadie ignora que la gasolina estuvo cerca de valer cien lempiras el galón, el diesel en la misma tabla valorativa y la nueva fórmula vino a crear el equilibrio de precios, que gozamos hasta ahora, quien más beneficios tuvo fue el pueblo. Otro logro fue haber salvado la ENEE inyectándole más de 6.000 millones de lempiras, haciéndose un enorme sacrificio fiscal para equilibrarla. La reforma a la Ley de Municipalidades que hace posible cambiar a un nuevo ordenamiento territorial. La Ley de Transparencia, la Ley de Acceso a la Información Pública, el Convenio sobre Energéticos con Petrocaribe, de cuyos fondos tendrán que dar cuenta tarde o temprano, la inclusión de Honduras en la iniciativa de la ALBA, programas y proyectos de protección al bosque, la producción más elevada en los últimos tiempos de granos básicos, la matrícula gratis. El respeto a los Estatutos Profesionales, del Docente, Médico y otros más.

Otro logro importante del gobierno de Zelaya fue alcanzar el 6 por ciento anual de crecimiento económico, avalado por el Fondo Monetario Internacional, se recuperó el crédito internacional y la imagen de Honduras mejoró notablemente, prueba inequívoca de esta afirmación es el reconocimiento y el apoyo al Gobierno de Zelaya demostrado por la comunidad internacional, después del golpe de Estado.

Y ahora como estamos después de seis meses, aislados, desprestigiados, aún sin reconocimiento oficial de gobierno alguno, porque el mismo departamento de Estado ha dicho que las elecciones eran una paso más para volver a la normalidad, pero falta el paso más importante: la restauración del orden constitucional para hacer una transición de poderes constitucionalmente, si esto no se logra, tendremos un gobierno ilegítimo, gris y marcado por la inconsistencia constitucional y no aprobado por la comunidad internacional.

Dicho de otra manera, por la intransigencia golpista seguiremos padeciendo.

Por último no podemos afirmar que tendremos un Feliz Año Nuevo, no porque no lo deseamos, sino porque están planteadas grandes incógnitas a resolver y éstas no tendrán salida sin considerar la enorme fuerza popular que gravita alrededor del Frente Nacional de la Resistencia Popular, que también cuenta y mucho.
Fuente: El Tiempo
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