dina meza
“Me colocaron una bolsa plástica en la cabeza, me rociaron gasolina en todo el cuerpo, me daban de patadas y me amenazaron con zamparme al río para que me muriera. Preguntaban dónde estaban los guerrilleros”, este fue el relato del joven Santos Bernabé Cruz Aldana (16), secuestrado este lunes 19 de septiembre por militares y policías en la comunidad de Rigores, en el Aguán.
Estas son solo el esbozo de las torturas a que fue sometido Santos Bernabé, las secuelas sicológicas lo perseguirán, mientras los responsables de estas están afuera, sin castigo y cometiendo más ilegalidades y atentados contra la vida de los y las rigoreños que gritan justicia, mientras altos funcionarios del Ministerio Público, Corte Suprema de Justicia, Fuerzas Armadas y Policía, se reunieron a puerta cerrada ayer, sin que trascendiera qué dispusieron, lo que sí es cierto es que hoy nuevamente se inició la cacería.
Los fuertes sonidos de los motores de un helicóptero donde iban militares apuntando sus rifles, fue el preámbulo de un día más de terror contra Rigores, donde el pasado 24 de julio llegaron los cuerpos represivos a quemarle las viviendas a más de 70 familias que han permanecido por unos 11 años en ese lugar y ahora están sometidas a fuerte presión para que dejen las tierras.
Rodolfo Cruz, padre de Santos Bernabé, denunció la tarde de ayer “me llevaron a mi muchacho y no sé si está muerto porque se escucharon disparos en las palmeras”. La angustia de la noche no lo dejó dormir porque a pesar de buscarlo no le daban razón de dónde se encontraba.
Rodolfo denunció que a eso de las 12 del día de este martes 20 de septiembre nuevamente los cuerpos represivos llegaron, están quemando las casas y es muy probable que capturen más gente o procedan a torturar y golpear hasta mujeres y niños tal como lo hicieron el viernes anterior, al meterse a las viviendas sin ninguna orden de allanamiento, después se llevaron a unas 21 personas entre ellas a otro joven.
En una comunicación con Radio Globo, el testimonio de Santos Bernabé deja bien claro las graves secuelas que han dejado las torturas físicas y sicológicas a que fue sometido ayer lunes, hoy mágicamente abrieron la celda y lo dejaron ir y fue rescatado por Haydeé Saravia de la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán, COPA, quien le ha llevado a un examen forense para determinar los daños a la integridad física del muchacho.
Acciones deleznables
Ayer lunes cuatro comandos del ejército arribaron a la comunidad transportando a 200 elementos de la policía y del ejército, rodearon la comunidad por el área denominada Panamá, las laderas de los ríos y la Ilanga, una vez en posición comenzaron a penetrar en las viviendas en forma violenta, destruyendo los enseres domésticos y golpeando a sus habitantes.
El COFADEH presentó un segundo hábeas corpus sobre detenciones ilegales en la comunidad de rigores en menos de 72 horas basándose en el artículo 37 de la Convención Iberoamericana de Juventud, la Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros, en el cual pidió al Juez de Letras de Tocoa, Colón nombrar un Juez Ejecutor que de inmediato ordenara la libertad inmediata de los niños que estaban detenidos ilegalmente.
En esta ocasión, como en otras parecidas donde los niños, niñas y adolescentes del Aguán están sometidos al terror, brilla por su ausencia la presencia de la Fiscalía de la Niñez que se jacta de llevar a cabo acciones para proteger los derechos de esta población vulnerable.
Solo se ha visto que esta fiscalía sale a la luz pública cuando hace acciones contra maestros y maestras que se manifiestan pacíficamente en las calles desde el golpe militar de Estado del 28 de junio de 2009.
Fuente: Defensoresenlinea.com
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