Organizaciones sociales de Honduras solicitarán envío de una comisión internacional.
Tres campesinos hondureños fueron asesinados el domingo en la noche en la zona del Bajo Aguán (noreste del país centroamericano) en medio de una ola de violentos crímenes en los últimos meses por el acceso a la tierra cultivable. Los enfrentamientos por la tierra han dejado al menos 14 campesinos muertos en esa región en pocos días.
El dirigente social Rafael Alegría, de la organización Vía Campesina, informó este lunes que "Pedro Canales y su esposa (Reina Mejía) fueron asesinados en la noche cuando regresaban del velorio de Secundino Ruiz; entraron a su casa a matarlos".
Rafael Alegría añadió que en el Aguán, zona ubicada a 600 kilómetros al noreste de Tegucigalpa, hay un tercer campesino muerto, cuyo nombre y circunstancias no habían sido notificadas.
Canales era presidente de la Cooperativa La Concepción del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), dio a conocer Alegría.
Explicó que "a la pareja los atacaron a tiros dentro de su casa, pero a la esposa de Canales la atacaron con machete, en un nuevo método y ¿para qué sirve ese gran despliegue de militares y policías?, eso mueve a sospechas", lamentó Alegría.
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, decretó la semana pasada la militarización de la zona de Bajo Aguán y desplegó unos 600 solados y policías tras los violentos enfrentamientos que se han producido en la zona por el acceso a la tierra.
Rafael Alegría acotó que "los dirigentes campesinos están escondidos, preocupados porque están siendo asesinados a mansalva y bajo la presencia de esa fuerza policial militar, más de 600 hombres, ¿qué deja entender eso?", subrayó.
Agregó que las organizaciones sociales de Honduras solicitarán el envío de una "comisión internacional que venga a la zona".
Un informe presentado por la Misión de Verificación Internacional, realizado entre el 26 de febrero y el 4 de marzo de 2011, indica que luego del golpe de Estado en Honduras en 2009 ha aumentado el número de muertes, amenazas e intimidaciones contra unos tres mil 500 campesinos en las tierras de Bajo Aguán.
Los problemas de tierras en Aguán prosiguen pese a que en abril de 2010, el MUCA suscribió un acuerdo con el Gobierno que estipulaba la entrega a las familias del campo de tres mil hectáreas sembradas de palma africana y otras tres mil sin cultivar.
El Estado también prometió que se otorgarían otras cinco mil hectáreas al campesinado en aproximadamente un año y éstas no podrían ''ser nunca garantía de comercialización, ni vendidas en ninguna circunstancia", pero según el informe de la Misión internacional el Gobierno de Lobo no ha cumplido sus promesas.
El conflicto que data de hace dos años, ha dejado un saldo de medio centenar de muertos en los últimos meses, catorce de ellos desde la semana pasada.
teleSUR - Afp / dg - FC
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